El lunes, Anne Hidalgo, alcaldesa de París, se bañó en el río Sena junto a Tony Estanguet, presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos. Con este gesto, querían demostrar que el agua del Sena es segura y apta para las pruebas deportivas de los Juegos Olímpicos.
A tan solo nueve días de la ceremonia inaugural, Hidalgo cumplió una promesa hecha meses atrás, a pesar de haberla pospuesto varias veces debido a las lluvias que dificultaron la limpieza del río. Durante la ceremonia de apertura, el Sena será protagonista, siendo la primera vez que un evento olímpico se realiza fuera de un estadio.
Hidalgo, con traje de neopreno y gafas de buceo, se sumergió en el Sena a las 10:00 h, acompañada por Estanguet, quien llevaba un bañador y una camiseta de París 2024. Junto a ellos, también estuvieron el concejal de Deportes de París, Pierre Rabadan, y el prefecto de la región de Île-de-France, Marc Guillaume.
El chapuzón de Hidalgo no solo fue simbólico sino también una muestra de confianza en la calidad del agua. Afirmó que el agua estaba “fresca” y “agradable”, y que esta recuperación es un legado importante para la ciudad. Estanguet describió el baño como “formidable” y enfatizó el mensaje positivo para los atletas.
Durante casi un siglo, nadar en el Sena estuvo prohibido por razones sanitarias. Sin embargo, gracias a cuatro años de trabajo intenso y coordinación administrativa, el río ha sido limpiado. Hidalgo destacó que los Juegos Olímpicos han acelerado este proceso, cuyo objetivo es devolver el río a los ciudadanos, mejorando la calidad de vida y adaptando la ciudad al cambio climático.
La recuperación del Sena es una pieza clave en la lucha contra el cambio climático, permitiendo tanto el baño en días calurosos como la práctica de deportes acuáticos. Desde 2016, se han invertido mil 400 millones de euros en un plan que incluye la construcción de depósitos gigantes para evitar que las aguas residuales contaminen el río durante lluvias intensas.
Este esfuerzo asegura que el Sena será seguro para eventos como la natación del triatlón y los maratones de aguas abiertas, programados para finales de julio y principios de agosto. La limpieza del Sena no solo beneficia a los Juegos Olímpicos, sino también a futuras generaciones, mejorando el entorno urbano y promoviendo una vida más saludable y sostenible para todos.
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