Rusia ha emitido una advertencia contundente sobre la pronta llegada de cazas F-16 a Ucrania, afirmando que será interpretada como una provocación deliberada por parte de Estados Unidos y la OTAN, sin importar su capacidad para portar armamento nuclear. El Ministerio de Relaciones Exteriores ruso ha señalado en un comunicado que estos aviones serán vistos como portadores de armas nucleares, especialmente debido a su historial en “misiones nucleares conjuntas” de la OTAN.
El comunicado destaca la preocupación de Moscú por el aumento del apoyo armamentístico occidental a Kiev, incluyendo el suministro de F-16 por parte de países como Dinamarca, Bélgica, Países Bajos y Noruega. Estos suministros se producen en medio de continuos bombardeos en Ucrania y tensiones militares en la región.
Rusia también condena los planes occidentales de apoyar las acciones de sabotaje de Ucrania en territorio ruso y el suministro de misiles de largo alcance y otros armamentos avanzados a Kiev. Además, denuncia los supuestos planes de Estados Unidos de desplegar misiles de corto y medio alcance en diversas regiones del mundo, lo que podría desencadenar una respuesta por parte de Rusia.
El comunicado refleja la creciente tensión entre Rusia y la OTAN, con Moscú acusando al bloque occidental de buscar una escalada de la crisis ucraniana para desencadenar un enfrentamiento militar directo entre la OTAN y Rusia. En respuesta a estas amenazas percibidas, Rusia ha anunciado planes de realizar maniobras militares con armas nucleares tácticas en territorio ucraniano en un futuro próximo.
La situación, según Moscú, está al borde del estallido debido a lo que califica como “pasos irracionales” por parte de Kiev y sus aliados occidentales. Estas acciones, advierte Rusia, están contempladas específicamente por su doctrina de disuasión nuclear.
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