En el oeste de Canadá, la situación se torna crítica debido a la propagación de centenares de incendios forestales que están obligando a miles de personas a evacuar la zona. La temporada de incendios, que comenzó antes de lo habitual, se presenta como un desafío considerable para las autoridades.
Uno de los incendios, abarcando casi 2,500 hectáreas, se encuentra a 3.5 kilómetros al oeste de las áreas residenciales. Cerca de 3,500 personas tuvieron que ser trasladadas a 400 km más al sur el viernes por la noche.
Aunque las condiciones meteorológicas más favorables ayudaron a frenar la propagación de las llamas durante la noche, se espera que el regreso del viento empeore la situación por la tarde.
El alcalde expresó su preocupación debido al nivel 5 de sequía, el más alto, lo que dificulta enormemente el control de los incendios forestales. Sin embargo, aseguró que se hará todo lo posible para contener la situación.
En la provincia vecina de Alberta, 43 incendios están causando estragos, incluido uno a unos 15 kilómetros de Fort McMurray, lo que ha llevado a los residentes a prepararse para una posible evacuación. Esta ciudad ya experimentó una devastación similar en mayo de 2016, cuando fue arrasada por el fuego, desplazando a sus 90,000 habitantes y destruyendo más de 2,500 edificios.
El fin de semana pasado, se emitieron órdenes de evacuación en pequeñas ciudades de Alberta y Manitoba, mientras que los fuertes vientos han dispersado el humo por todo el oeste del país, afectando varias grandes ciudades. La calidad del aire plantea riesgos muy elevados según el gobierno federal.
El año anterior, Canadá experimentó la peor temporada de incendios de su historia, con más de 15 millones de hectáreas quemadas, ocho bomberos fallecidos y 230,000 personas evacuadas.
Discussion about this post