Canadá enfrenta una situación alarmante con un total de 87 incendios forestales activos, de los cuales seis están catalogados como fuera de control. Este jueves, las autoridades canadienses han destacado la gravedad de la situación en la región occidental del país, donde la intensa sequía previa a la temporada de incendios eleva significativamente los riesgos.
El Ministro de Emergencias de Canadá, Harjit Sajjan, en una conferencia de prensa, informó que desde el inicio del año, el país ha registrado un total de 730 incendios forestales, los cuales han consumido aproximadamente 1,47 millones de hectáreas de bosque. Sajjan expresó su preocupación por la posible escalada de la situación, ya que se anticipa un aumento rápido de las temperaturas en las próximas semanas, especialmente en el interior de la provincia de Columbia Británica y el norte de Alberta.
A pesar de que el resto del país se ha beneficiado de intensas lluvias recientes que han mitigado el riesgo de incendios, el oeste sigue en alerta máxima. El año 2023 fue testigo de la peor temporada de incendios en la historia de Canadá, con 18 millones de hectáreas de bosque destruidas, superando en 2,5 veces el récord anterior establecido en 1995. Los especialistas han vinculado el incremento dramático en la frecuencia y severidad de los incendios forestales a la crisis climática, la cual ha aumentado las temperaturas y reducido la humedad en la vegetación.
El Ministro Sajjan también remarcó la inusual sequía que ha afectado al oeste del país durante el invierno y la primavera, y advirtió que 2024 podría ser igualmente devastador. Además, destacó que desde diciembre hasta febrero, las temperaturas medias en Canadá fueron 5,2 grados superiores a los promedios históricos, marcando un precedente preocupante para las condiciones futuras del clima y los incendios forestales en el país.
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