El presidente Nayib Bukele asumirá el próximo 1 de junio su segundo mandato consecutivo, tras ganar las elecciones presidenciales de febrero pasado y reelegirse a pesar de la prohibición constitucional. Sin embargo, su principal reto no será la seguridad, sino la economía del país.
A pesar de la popularidad ganada por su “guerra contra las pandillas”, Bukele se enfrenta ahora a la necesidad de mejorar la economía salvadoreña, demanda clave entre la población. Según un sondeo del Instituto Universitario de Opinión Pública (Iudip) de la Universidad Centroamericana (UCA), la preocupación por la situación económica supera a la inseguridad ciudadana.
El mandatario había apostado al bitcóin para impulsar la economía, pero las encuestas muestran que la mayoría de la población no ha adoptado esta criptomoneda. Además, la construcción de una ciudad bitcóin y el uso de remesas a través de criptomonedas no han dado los resultados esperados, con una caída del 17,6 % en las remesas durante los primeros meses del 2024.
Otra demanda urgente es el aumento del salario mínimo, que actualmente no cubre el costo de vida en el país. Reducir la pobreza y la desigualdad, mejorar la educación pública y garantizar el bienestar de mujeres y niños también son temas prioritarios que enfrenta el presidente Bukele.
A pesar de no haber mencionado proyectos económicos y sociales durante su campaña, la población mantiene expectativas sobre su gestión. Bukele cuenta con el respaldo legislativo de su partido, Nuevas Ideas, que domina el Congreso desde el 1 de mayo.
Aunque Bukele ha asegurado que no busca una “reelección indefinida”, una reforma constitucional reciente ha generado preocupaciones sobre sus intenciones de prolongar su mandato.
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