En un acontecimiento devastador que ha conmocionado a la comunidad local, una niña de 7 años, identificada como Ana Paola Linares, ha quedado parapléjica e invidente tras una cirugía de “rutina” en el Hospital La Salle Victoria. El procedimiento, que originalmente se planeó para tratar una fractura de fémur en ambas piernas después de un accidente en el Paseo Méndez, tuvo consecuencias desastrosas debido a una serie de errores médicos.
El 18 de diciembre, Ana fue ingresada en el hospital, y la cirugía se programó para el día siguiente. Sin embargo, durante la operación, Ana sufrió un paro cardiorespiratorio. Los padres de Ana y sus abogados alegan que el equipo médico no se percató del paro a tiempo porque los aparatos monitores no estaban funcionando correctamente. Esto resultó en una falta de oxígeno al cerebro durante 15 minutos, causando daños severos y probablemente irreversibles.
Ana permaneció en coma inducido y entubada durante 48 horas para permitir que su cerebro descansara, pero a pesar de las promesas iniciales de recuperación, la niña no mostró signos de mejora. Ahora enfrenta un futuro en silla de ruedas, con diagnóstico de atrofia cortical bilateral, daños subcorticales severos en los lóbulos occipitales y lesión grave en los núcleos basales bilaterales.
La familia de Ana, devastada, ha iniciado una campaña de justicia bajo el lema #JusticiaParaAna, exigiendo que el hospital asuma responsabilidad completa por los errores cometidos y las secuelas que estos han causado en la vida de una niña que, de otra manera, podría haber tenido una recuperación completa.
Paola Linares, la madre de Ana, expresó su dolor y frustración en una publicación en redes sociales, lamentando su decisión de confiar en el prestigio del hospital y pidiendo perdón a su hija por las trágicas consecuencias. Mientras tanto, la comunidad ha mostrado su apoyo a la familia, con voces que se alzan pidiendo medidas para que este tipo de negligencias no se repitan.
El Hospital La Salle Victoria no ha emitido una declaración oficial sobre el caso, pero la presión pública y las acciones legales en curso buscan garantizar que se haga justicia para Ana y su familia.
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