En un giro controvertido, el caso del ranchero estadounidense George Allan Kelly, acusado de la muerte a tiros de un migrante mexicano en la frontera entre Arizona (EE.UU.) y México, ha tomado un nuevo rumbo. El jurado, después de varios días de deliberación, no logró llegar a un veredicto, lo que llevó a la declaración de nulidad del juicio por parte del juez en la Corte Superior del condado Santa Cruz.
Gabriel Cuén Buitimea, un migrante mexicano de 48 años, perdió la vida en enero de 2023 tras recibir al menos un disparo por parte del ranchero de 75 años. A pesar de los testimonios y las argumentaciones presentadas durante el juicio, la decisión del jurado sobre la culpabilidad de Kelly quedó en un punto muerto.
La Fiscalía estadounidense anunciará el 29 de abril si optará por iniciar un segundo juicio contra el ranchero. Durante el proceso, la Fiscalía argumentó que Kelly disparó intencionalmente contra el grupo de migrantes sin previo aviso, alegando que estos no representaban una amenaza para su vida ni la de su esposa. Sin embargo, los abogados de Kelly afirmaron que este actuó en un intento de intimidar al grupo, argumentando la posibilidad de que fueran traficantes de drogas.
El caso ha generado una fuerte controversia, especialmente entre los seguidores del expresidente Donald Trump, quienes consideran a Kelly como un “héroe” y “patriota” por defender sus tierras de lo que denominan una “invasión” de migrantes y traficantes de drogas.
La víctima, Cuén Buitimea, deja atrás una familia dependiente de su labor migratoria para su sustento. Aunque había ingresado de forma irregular a Estados Unidos en varias ocasiones y había sido deportado en 2016, su trágica muerte ha puesto de manifiesto las tensiones y los desafíos que enfrentan los migrantes en la frontera entre ambos países.
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