Va de nuevo, porque en estos tiempos es necesario tenerlo bien claro. pues la mayoría de los personajes que juegan a la política, muchas veces se muestran amor en público y se desconocen en lo privado, es decir, cuando no se tiene al “amigo” en frente, con el adversario, le traicionan.
Igual es verdad que muchas veces, sobre todo en las contiendas electorales, los enemigos se convierten en amigos, más cuando tienen o creen tener un enemigo en común, la desgracia, perversidad o venganza les une en ocasiones, pero unos y otros saben que ese amor no es para siempre, que tiene un interés y caduca.
Quizá de ahí es que la sabia calle dice que en política los amigos son de mentira y los enemigos son de verdad, algo, o talvez mucha razón hay en esa reflexión, pues se ha visto a personajes que juegan a la política y se mueven de acuerdo al vaivén de sus intereses, los amigos son leales mientras les conviene, mientras el enemigo ya se sabe cómo actuaran.
Ejemplos hay muchos. Seguramente usted como yo y la mayoría de los ciudadanos saben de algunos personajes que se decían amigos, casi hermanos de tal o cual político, pero apenas le vieron en desgracia y por así convenir a sus intereses, como PEDRO, le negaron más de tres veces, lo peor es que esa acción se seguirá repitiendo elección tras elección.
Razón por la cual muchas veces los políticos no saben a ciencia cierta quienes son realmente sus amigos, en ocasiones creen que las adulaciones son amistad pura, pero no hay nada más falso, les aleja de la realidad.
De ahí, la frase de “cuídate de los que se dice tus amigos porque esos muchas veces están ocultos o no te dicen la verdad, mientras que los enemigos se muestran siempre”. En ocasiones se puede confiar más en un enemigo que es verdadero que en las intenciones de un amigo de mentira.
En esa tesitura también es verdad que hay amistades que duran lo que duran los presupuestos, tienen fecha de caducidad, son de 3 a 6 años.
Cierto es que hay amistades que trascienden más allá del tiempo y los intereses políticos, pero también es verdad que muchas veces el rencor, deseo de venganza o compromisos monetarios les une por tiempos.
Y si, ya se ven en estos tiempos a muchos políticos que andan profesándose amor incondicional, como dijera la canción, que hasta a la distancia se mandan versos y flores esperando revivir los amores, pero muchos der ellos son más falsos que una moneda de tres pesos.
Reiteramos, pues se está en plena contienda electoral y los sentimientos se confunden. En política por lo general los amigos son de mentira, pero los enemigos son verdaderos, para muestra están los morenos candidatos a diputados locales y alcalde de Reynosa.
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