La isla de Madagascar se encuentra sumida en una crisis humanitaria tras el paso devastador del ciclón ‘Gamane’, que ha dejado un saldo inicial de al menos 18 personas fallecidas y obligado a unas 20.000 personas a abandonar sus hogares en el norte de la isla.
Con vientos que alcanzaron los 150 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, el ciclón azotó la región norte el miércoles, sumiendo a cientos de casas, carreteras y puentes en inundaciones y destrucción, según informa la Autoridad Nacional de Protección Civil. La magnitud total de los daños aún no se ha determinado completamente, pero se estima que la situación es grave.
El aislamiento de muchos pueblos en la región norte dificulta las labores de rescate y evaluación de daños, añadiendo un desafío adicional a las autoridades locales.
Madagascar, habitada por unos 30 millones de personas y situada en el océano Índico, enfrenta periódicamente eventos meteorológicos extremos. Hace apenas un año, la tormenta tropical ‘Freddy’ azotó el país, causando la muerte de más de medio millar de personas y dejando una estela de destrucción.
El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, ha visitado ya las comunidades afectadas, expresando su compromiso de apoyar a los afectados. “El Estado está trabajando arduamente para remediar la situación. Precisamente por eso estoy aquí. Para que el Estado esté siempre de su lado”, declaró desde Ambilobe, instando a la solidaridad nacional en estos momentos difíciles.
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