Salma Hayek, reconocida como una de las principales actrices mexicanas en Hollywood, ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos en la industria del entretenimiento. En una reciente entrevista con Vogue, la estrella de “Frida” recordó cómo, al principio de su carrera, luchaba por encontrar diseñadores dispuestos a vestirla debido a su falta de reconocimiento.
En los Premios Oscar de 1997, Salma Hayek hizo su debut en la prestigiosa gala luciendo un sencillo pero elegante vestido de Armani. El diseño, un vestido lencero cubierto con finas lentejuelas doradas, realzaba la figura petite de la actriz de Veracruz. Combinado con sandalias satinadas, clutch a juego y una discreta joyería, Hayek sorprendió al llevar el cabello recogido en un elegante moño y una tiara, otorgándole un toque de realeza a su look.
El momento en los Oscar de 1997 fue aún más especial para Salma Hayek ya que su acompañante en la gala fue el cantante puertorriqueño Luis Miguel, generando rumores de un posible romance que ambos negaron, asegurando que eran solo amigos.
Desde aquellos inicios modestos, Salma Hayek ha ascendido hasta convertirse en un referente tanto en el cine como en la moda. Ahora, las principales firmas de moda compiten por vestirla, mientras está casada con François-Henri Pinault, un prominente empresario francés que lidera Kering, conglomerado que agrupa a algunas de las casas de moda más exclusivas del mundo.
Con su talento, belleza y determinación, Salma Hayek ha conquistado Hollywood y el mundo de la moda, dejando atrás sus humildes comienzos para convertirse en una verdadera estrella internacional.
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