La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), en un informe reciente, ha alertado sobre el creciente consumo no médico de ketamina en varios países europeos, instando a una estrecha vigilancia de esta sustancia.
Según el análisis anual de la JIFE sobre drogas, países como Bélgica, España, Francia e Italia han reportado un aumento en las personas que buscan tratamiento debido al consumo de ketamina con fines recreativos.
Esta tendencia preocupa a la JIFE, que destaca la necesidad de monitorear de cerca tanto el uso como los efectos de la ketamina en la salud pública. Tanto la ONU como el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT) han observado un incremento en el consumo no médico de esta sustancia, generando preocupación por las posibles consecuencias sanitarias.
En 2022, el OEDT informó sobre niveles significativos de ketamina detectados en las aguas residuales de ciudades en Dinamarca, España, Italia y Portugal, lo que indica un aumento en el consumo. Además, la JIFE señaló que varios países europeos colaboraron en una operación para combatir la fabricación y distribución ilegal de varias sustancias, incluida la ketamina, que se traficaba a través de servicios de correos y mensajería entre diciembre de 2022 y enero del año pasado.
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