En un comunicado del Consejo Nacional de Desarrollo Económico y Social (NESDC), se revela que los servicios sanitarios de Tailandia atendieron a más de 10,5 millones de personas en 2023 debido a enfermedades y problemas derivados de la creciente contaminación del aire, que se ha convertido en una preocupación cada vez mayor en la región en los últimos años.
Este número representa más del 14 por ciento de la población total del país, que asciende a 71,6 millones de habitantes. La principal causa de preocupación es la presencia de partículas PM2,5, las cuales, al ser tan pequeñas, pueden ingresar directamente al torrente sanguíneo, representando un grave riesgo para la salud.
Recientemente, las autoridades de Bangkok emitieron recomendaciones de teletrabajo durante dos días después de que los niveles de PM2,5 alcanzaran niveles preocupantes, superando las pautas establecidas por la Organización Mundial de la Salud.
El Parlamento tailandés está actualmente debatiendo una ley para abordar la contaminación del aire, pero aún se desconoce cuándo será aprobada. Esta legislación busca limitar la contaminación mediante medidas que afectan a diversas áreas, desde la regulación de la actividad industrial hasta la gestión agrícola y del transporte.
Entre los principales desafíos se encuentra la estación de quema de rastrojos agrícolas, una práctica común entre los agricultores durante el inicio del periodo de siembra. Esta actividad, además de ser una alternativa económica a otras formas de limpieza, contribuye significativamente a la contaminación del aire y se ve agravada por la actividad en países vecinos como Camboya, Birmania y Laos, cuyas emisiones también afectan a Tailandia.







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