En el corazón del fútbol italiano, una conmoción envuelve a la comunidad deportiva tras el severo revés de salud de Giuseppe ‘Joe’ Barone, el estimado director general del Fiorentina, quien ahora se enfrenta a la batalla más crítica de su vida. El domingo, en las horas previas a un anticipado duelo de la Serie A contra Atalanta, Barone sufrió un infarto que lo ha dejado en un estado crítico, balanceándose en el filo de la vida y la muerte bajo el auxilio de soportes mecánicos artificiales.
La noticia, que emergió del seno del equipo ‘Viola’, ha trascendido las fronteras del deporte, evocando una ola de solidaridad y apoyo hacia Barone y su familia. Según el comunicado oficial del club, Barone permanece en la unidad de cuidados intensivos quirúrgicos cardíacos del prestigioso hospital San Raffaele en Milán, donde las esperanzas y las plegarias se entrelazan en espera de un milagro.
Este lamentable incidente ha llevado a la Serie A a aplazar el encuentro entre Fiorentina y Atalanta, un gesto que subraya la gravedad de la situación y el respeto y apoyo de la comunidad futbolística hacia uno de sus distinguidos miembros. El equipo de Fiorentina, conmovido y unido ante la adversidad, ha mostrado su inquebrantable apoyo a Barone, con visitas al hospital por parte del entrenador Vincenzo Italiano, el capitán Cristiano Biraghi, y otros miembros del club.
La familia de Barone, incluyendo a sus cuatro hijos que han viajado urgentemente desde Nueva York, así como la familia Commisso, propietaria del club, se encuentran al lado del director general, esperanzados y agradecidos por las muestras de cariño y los esfuerzos médicos. Este momento de profundo dolor también ha sido acompañado de agradecimientos hacia la Lega Serie A, el Atalanta, y la Federación Italiana de Fútbol por su cercanía y sensibilidad.
Mientras tanto, el Fiorentina se enfrenta al desafío de reorganizar su agenda deportiva, considerando la complejidad de encajar el aplazado partido contra el Atalanta en un calendario ya de por sí congestionado por compromisos europeos y coperos. La posibilidad de disputar el encuentro una vez concluido el campeonato subraya las dificultades logísticas, pero también refleja el compromiso de la comunidad futbolística con el bienestar de sus miembros y la integridad del deporte.
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