El viernes, en la ciudad ucraniana de Odesa, al menos 14 personas perdieron la vida y otras 46 resultaron heridas en un ataque perpetrado por Rusia contra una zona residencial, según informaron las autoridades ucranianas.
Entre las víctimas mortales se encuentra un paramédico y un trabajador de los servicios de emergencias ucranianos, quienes perdieron la vida en una segunda explosión mientras prestaban ayuda en el lugar del ataque a las víctimas del primer impacto.
El jefe de la Administración Militar de Odesa, Oleg Kiper, confirmó en su cuenta de Telegram que 14 personas murieron como consecuencia del ataque con misil, incluidos residentes en la zona, un paramédico y un miembro de los equipos de rescate. Además, entre los 46 heridos se encuentran siete efectivos de los servicios de emergencias, quienes habrían sido alcanzados por la segunda explosión.
Según el Ejército ucraniano, Rusia utilizó misiles balísticos Iskander-M en el ataque, lanzado desde la península ocupada de Crimea. El ataque causó daños en al menos diez edificios residenciales, una gasolinera, un gasoducto y varias ambulancias y vehículos de bomberos.
Este ataque es uno de los más mortíferos perpetrados por Rusia contra la ciudad de Odesa y coincide con el primer día de votaciones de las elecciones presidenciales rusas, que se extienden desde hoy hasta el domingo y tienen lugar también en los territorios ocupados por Rusia en Ucrania.
El asesor de la oficina presidencial ucraniana, Mijailo Podoliak, relacionó el ataque con la celebración de las elecciones presidenciales en Rusia, afirmando que “Putin envía al mundo un mensaje claro en el día en que comienza el ‘procedimiento para su redesignación dictatorial”.
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