LO CLARO. La universalidad de la cátedra y de la preparación hacia la profesionalización, debería observarse como una obligación en la academia y las universidades o escuelas que forman a nuestros futuros exitosos profesionales.
Es imperativo mantener un lenguaje que homologue la preparación que las universidades públicas y privadas mantengan en planes y proyectos que vinculen a los alumnos con su sociedad a la que pertenecen.
Recién se reúnen los titulares de las asociaciones que agrupan a las instituciones educativas superiores del país, en vías de continuar la importante vinculación que se promueve para atender al estudiantado mexicano.
El rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas participa de este trabajo de interés común, de coordinación y de compromiso por el fortalecimiento de la Educación Superior de México. Presentes la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior ANUIES; la Asociación Nacional de Universidades del Subsistema Tecnológico de México ANUSTEC.
LO OSCURO. Por una causa justa el ‘socialista’ norteamericano Eugene Debs pasaba tiempo condenado en prisión, donde recibía en 1918 la cantidad de un millón de votos a su favor por la contienda a la presidencia de los Estados Unidos.
El representante sindical y miembro del partido demócrata, participaría por cinco veces a la máxima silla ejecutiva de aquel país. Tras las rejas –por reclamar y hacer público que nadie debía estar obligado a tomar las armas para luchar en la guerra de la nación; pues aseguraba que los únicos que ganaban por tal motivo, eran los fabricantes de armas.
De nueva cuenta un probable preso –aunque otras sean las circunstancias- se encuentra a un tris de aparecer en la boleta electoral a poco más de cien años de distancia.
El republicano Donald Trump repetiría la dosis tras la sentencia en su contra y con dos posibilidades bastante reales: 1, que sí puede llegar a ganar los comicios; 2, que sí puede ser condenado por los delitos federales que acumula.
Las leyes norteamericanas apenas suman un par de estipulaciones que deben ser observadas para la elegibilidad hacia la presidencia de su nación.
Ser ciudadanos ‘naturales’ (haber nacido en territorio americano); tener 35 años cumplidos y haber vivido “de corrido” por lo menos 14 años en suelo ‘de las oportunidades’.
Pero no es su situación legal la que interesa a los electores pues su nivel de vida y los servicios y atención que reciben de sus autoridades les mantienen en un nivel de satisfacción que por ser bueno, poca atención les causa la lucha intestina entre los dos partidos que disputan el control: republicando y demócratas.
Es decir. Cualquiera de las 35,946 ciudades en los 50 estados que las contienen cuenta con una administración general de la ciudad que permanece y son contratadas por la misma ciudad, sea cual sea el alcalde o el cabildo que los gobierne.
Desprendido de eso es poco el entusiasmo real por participar activamente en una votación del tamaño que ésta sea.
La constante electoral para presidente entonces ronda a los 100 millones de electores. En un universo de más de 350 millones de habitantes donde la elección de Biden con 160 millones de votos, llamó poderosamente la atención.
¿Y eso en qué nos afecta?
La democracia, la implementación de este sistema de impartición de gobierno y todo lo referente al ser autoridad elegida debe ser colocada en las manos más escrupulosas y ‘puras’ y llevada a ese sitio por los electores que tienen derecho por su contribución a su sociedad para hacer de esta un lugar digno y desarrollado, por un elector que cumple cabalmente con sus leyes y reglamentos.
La pena de prisión –según las leyes que aplican- produce la suspensión de los derechos políticos, de tutela; de ser apoderado, albacea, árbitro y otros más por la condición de haber faltado a la ley.
Sin embargo parece que esa ley no sólo es letra muerta sino que se encuentra en desuso.
93,000 presos votarán en las elecciones presidenciales en México en 2024 bajo el esquema de ‘prisión preventiva’ y seguramente con el argumento de presunción de inocencia.
Y además, los delitos parecen ‘desaparecer’ o convertirse en requisito “sine qua non” para ser parte de las maquinarias políticas que utilizan su pasado como ‘persecuciones políticas’.
Así, se pretenderán registrar desde el extranjero para buscar el amparo de puestos políticos que les otorguen inmunidad que obliga a repensar a la sociedad ¿bajo qué gobierno deseamos vivir?
Esta nueva figura política posiblemente en el cercano futuro se convierta en otro partido que logre dar cobijo a ex políticos para que afiancen la trayectoria inicial.
Los ciudadanos comunes atreveríamos a decir (al igual que los descuentos que otorgan a los morosos que pagan años después las contribuciones públicas con mejores beneficios que los ciudadanos cumplidos) entonces ¿para qué tantas cartas de no antecedentes?
COLOFÓN: Si Trump gana y comienza a gobernar desde la cárcel, esos 93,000 votantes podrían pensar en registrar sus firmas por un nuevo partido…
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
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