Desconcierto es el “Estado de ánimo de desorientación y perplejidad… es un desorden, una desavenencia, una descomposición…” Eso es lo que se interpreta en ámbito electoral de Tamaulipas, cuando nos enteramos de que se deshace la alianza Juntos Haremos Historia que conforman Morena, Partido del Trabajo y Verde Ecologista.
El descontrol ciudadano es cuando se anuncia la aparición de los candidatos al senado por Tamaulipas del Partido Verde Ecologista de México con Geño Hernández Flores y la Dra. Maki Ortíz, lo que hace suponer a simple vista, un rompimiento político entre Morena y el Verde, cuando el partido de Manuel Muñoz Cano “se salen del huacal”.
El problema se pudiera aclarar cuando entendamos que Morena y PT, seguirán adelante con sus candidatos; Olga Patricia Sosa (todavía al frente de la Secretaría del Trabajo del gobierno de Tamaulipas) y de José Ramón Gómez Leal quien es senador por Tamaulipas en la suplencia del fallecido Faustino López Vargas. Ambos están por pedir licencia, para poder contender el 2 de junio por Morena.
El desconcierto de los simpatizantes y seguidores de Morena, es porque ven rota la coalición con el partido presidencial y quieran o no, la otrora Panista, ex alcaldesa de Reynosa y el exgobernador Hernández Flores -considerados ‘perseguidos’ del exgobernador Cabeza de Vaca- y pudieran restar votos significativos.
Los que saben o presumen de saber, afirman no habrá problema porque el cómputo de votos es por partido y el Verde va, a nivel nacional con Morena, aunque cada candidato tendrá una urna: Ya para alcalde, diputados locales, diputados federales, senadores y presidente, son votos que se separan, por urna, pero se juntan en lo general.
Es decir, el ciudadano tendrá frente de sí, CINCO URNAS, por lo tanto, cada quien podría decidir su voto por cada partido, y en su caso, coalición según su propio interés, simpatía o convencimiento.
Lo que no entienden los operadores políticos es que los votantes ven un enfrentamiento entre Olga Sosa y José Ramón Gómez VS Geño Hernández y Maki Ortiz Domínguez.
Incluso se supone que el mismo presidente de Morena, Mario Delgado y el gobernador, Américo Villarreal Anaya, debieron unificar los criterios para no permitir divisiones, aunque políticamente es correcto para los resultados globales, pero hay dudas para la individualidad.
Por otro lado, se entiende el rompimiento de la doctora Maki Ortiz, no solo con el exgobernador, sino incluso con el partido que la llevó a la alcaldía de Reynosa y le negó el mismo cargo para su hijo y que Morena finalmente la arropó y apoyó al Makito.
Por el lado del ‘Geño de Oro’ no solo salvó los cargos por los que fue detenido en la capital del estado por cargos surgidos en el sexenio antepasado, sino que se sumó la petición de extradición de las autoridades norteamericanas y hasta la fecha los abogados del exgobernador no pueden revertir.
No faltan los análisis profundos que aseguran la jugada política en Tamaulipas es la sucesión de Américo Villarreal Anaya como gobernador de Tamaulipas del 2028. En otras palabras, preparar al sucesor de la Silla Grande del 15 Hidalgo.
Otros opinan que la intención de eliminar de los futuros procesos electorales a José Ramón Gómez Leal (JR) quien, sí va como por MORENA, aún en la segunda fórmula, porque Olga Sosa Ruiz va en la primera.
La lógica política de algunos analistas es que los candidatos verdes al senado (Geño y Maki) ganen la elección, por lo que la todavía titular del Trabajo, Olga Sosa llegue como primera minoría y dejen fuera a JR, para sacarlo por la sucesión de AVA.
Dice el periodista Evaristo Benítez que en la práctica política una cosa es planear y otra muy diferente es hacerla realidad. Claro que la estrategia no ha sido sencilla por la autorización de los jerarcas del partido presidencial.
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