Chiapas, 4 de enero.- En Chiapas, un grupo de personas migrantes que había detenido su avance en una caravana, confiando en la promesa de recibir documentos regulares por parte del Instituto Nacional de Migración (INM), denunció que fueron abandonados cerca del albergue migratorio en Berriozábal.
Caterine Correa, originaria de Ecuador, relató que, a pesar de que el INM les prometió ayuda debido a la inseguridad en su trayecto, al llegar a Berriozábal les informaron que no había permisos y les instaron a continuar por su cuenta. Esto ocurrió después de que alrededor de mil personas abordaran 32 autobuses del INM en Mapastepec, con la expectativa de recibir tarjetas humanitarias.
El activista Luis García Villagrán, quien acompañaba a los migrantes, indicó que, en lugar de llevarlos a donde se les otorgaría la tarjeta, fueron trasladados a diferentes albergues en Huixtla, Tonalá, Pijijiapan, Arriaga, Palenque y Berriozábal. Cerca de 800 personas terminaron en el albergue de Berriozábal.
Algunas de las personas afectadas expresaron su descontento, destacando situaciones de vulnerabilidad, como embarazos y la separación de familias. Dilsia de Honduras denunció que la autoridad le separó de su hijo y no sabe a qué albergue fue llevado.
El grupo de migrantes afirmó que pasarían la noche frente al albergue en Berriozábal, sin recibir información de las autoridades. Por su parte, Rosa Yolanda Reina Aguilar de Honduras, solicitó el regreso a Mapastepec para recibir ayuda, ya que su hija necesita una operación.
García señaló que el INM se comprometió a otorgar tarjetas humanitarias a 3,852 migrantes, rescatándolos de Mapastepec, pero en lugar de cumplir con la promesa, los dispersaron en diferentes ubicaciones, generando incertidumbre y preocupación en el grupo afectado.
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