Estados Unidos, 10 de enero 2024.- La Asamblea General de las Naciones Unidas reavivó el debate sobre la guerra en Gaza este martes, tras el veto de Estados Unidos el mes pasado a una enmienda rusa en el Consejo de Seguridad destinada a impulsar la ayuda humanitaria al enclave palestino. La resolución fue aprobada, aunque tanto Estados Unidos como Rusia se abstuvieron.
La enmienda rusa habría incluido un llamado al alto el fuego en la Franja de Gaza, donde los bombardeos israelíes en busca de eliminar al grupo islamista Hamás han causado más de 22,000 muertes y 1.9 millones de desplazados.
En su discurso ante la Asamblea General, el representante estadounidense Robert Wood acusó a Rusia de proponer “enmiendas e ideas desconectadas de la situación sobre el terreno”. Expresó su preocupación por que muchos estados miembros hayan dejado de hablar sobre el drama de los más de 100 rehenes secuestrados por Hamás y otros grupos.
La postura de Estados Unidos, alineada con Israel, argumenta que un alto el fuego en Gaza permitiría a Hamás rearmarse y lanzar nuevos ataques. El embajador israelí ante la ONU, Gilad Erdan, acusó al organismo de estar en “bancarrota moral”, centrándose en la ayuda para los civiles en Gaza sin priorizar la liberación de los rehenes.
Mientras la mayoría de los miembros de la ONU reiteraron su llamado a un alto el fuego, un grupo de “rabinos por un alto el fuego” llevó pancartas a la sede del Consejo de Seguridad, instando al Gobierno estadounidense a dejar de vetar resoluciones de este tipo.
A pesar de los múltiples llamamientos, la reforma del Consejo de Seguridad para eliminar o restringir el derecho a veto de los miembros permanentes aún no se ha logrado. La Asamblea General, aunque no puede aprobar resoluciones vinculantes, refleja la postura de la mayoría de sus miembros sobre los temas tratados en el Consejo de Seguridad.
Este debate se suma a la tensión persistente en la región y destaca las divergencias entre las potencias mundiales en abordar la crisis en Gaza.
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