De acuerdo con expertos de la empresa Consultores y Marketing Político, los ciudadanos deben tener información suficiente para establecer una conexión con los ahora precandidatos y mañana candidatos a los cargos de elección popular que se disputarán en las votaciones del primer domingo de junio próximo.
El punto es que, los políticos que andan en campaña, tienen que encontrar el punto exacto para que los ciudadanos que tienen credencial para votar con fotografía no los vean como productos de campañas comerciales, sino como personas que buscan ser sus representantes en la presidencia de la República, el Senado, la Cámara de Diputados Federal, Ayuntamientos, Diputaciones locales y desde luego siete gubernaturas.
Para que esto pueda identificarse, los Consultores políticos creen que mexicanas y mexicanos deben conocer las diferencias entre campaña electoral y campaña comercial, algo que, de entrada, es básico para no confundirse, en virtud de que, los candidatos en su desesperación por alcanzar mejor posicionamiento y obtener la garantía de voto, terminan por convertirse en productos comerciales, al olvidarse de los principios y la ideología de los partidos o coaliciones que les postulan.
Con las campañas electorales, el objetivo es persuadir a los votantes para ganar cargos público o influencia en el gobierno, en la campaña comercial, se promueve un producto, servicio o marca para aumentar las ventas y los beneficios económicos.
La búsqueda del voto se centra en asuntos de orden político, ideales, promesas políticas y propuestas sobre acciones de carácter público, en tanto que, la venta de productos privilegia las características y porque son buenos respecto a su valor.
La campaña comercial está dirigida a consumidores que se supone tienen interés en los productos y servicios, en tanto que, la campaña electoral tiene como fin los votantes y ciudadanos con derecho a sufragar.
Estos son tres de seis elementos básicos que deben de tenerse en cuenta para que los electores eviten confundirse, los otros tres se refieren a las fechas, porque las campañas electorales están sujetas a un calendario específico, basado en las Leyes Electorales, un proceso que culmina el día de las votaciones, en tanto que, la otra campaña es sin límite de tiempo y solo tiene que ver con la meta de aumentar las ventas de productos y servicios.
Las campañas publicitarias no están sujetas a regulaciones especiales y son financiadas por las empresas productoras bajo la determinación de los montos que destinan para la promoción, en tanto que, las campañas de los candidatos, son vigiladas mediante regulaciones gubernamentales que cuidan el financiamiento, contribuciones y la publicidad.
Una más, las campañas electorales buscan ganar elecciones y puestos públicos, trabajo que tiene que ver con la toma de decisiones gubernamentales a favor de los ciudadanos, en tanto que, las campañas publicitarias buscan incrementar ventas, dominar el mercado y obtener ganancias para las empresas.
Bajo este esquema, cuándo se vea a un candidato que anda en plena campaña publicitaria, valdría la pena analizar sus antecedentes, no vaya a suceder que confundió la finalidad de su incursión en la política y termine por obtener ganancias exuberantes para sí mismo, olvidándose de los ciudadanos y sus necesidades, aunque también podría ser que solo quiera dominar el mercado, pero, el mercado político, en lugar de trabajar con ideología, programas sociales y políticas públicas que mejoren la calidad de vida de las comunidades mexicanas.
Fundamental es pensar que, dentro de unas semanas, en México habrá campañas electorales al por mayor, tres o cuatro de candidatos presidenciales, unas 400 de quienes buscarán un escaño en el Senado de la República, alrededor de mil 800 de aquellos que quieren ser candidatos a Diputados Federales, por ahí de unas 25 que se realizarán para contender por las siete gubernaturas que se renuevan en este 2024 y quizá unas 50 mil campañas para Diputaciones locales, presidentes municipales, síndicos y regidores.
Esto de las 50 mil campañas, podría verse como una exageración, sin embargo, entre elecciones federales y locales, en las 32 entidades del país se disputarán casi 20 mil cargos públicos, 19 mil 634 para ser exactos.
Después de los procesos internos de coaliciones y partidos políticos que van solos a las elecciones, las campañas electorales invadirán el territorio mexicano, por eso es relevante saber diferenciar de que campañas se trata, no vaya a suceder que los candidatos quieran ganar las elecciones con campañas publicitarias, las que, de acuerdo con los expertos, jamás será lo mismo.
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