Este domingo, es un día muy especial, es el domingo último de este año 2023, y es el último día de este año, razón por la cual debemos de ser agradecidos con Dios, por todo ello haciendo una evaluación personal, tanto espiritual como de manera personal en los demás aspectos de nuestra vida.
Analizar cómo hemos administrado nuestra vida, esta vida que Dios nos prestó por determinado tiempo para que nuestra alma pasara a disfrutar de una felicidad eterna, una vida sin fin, claro que, si la vivimos de acuerdo con la voluntad de Dios, de ahí la importancia de administrarla debidamente, sabiendo que se nos pedirá cuenta de ello.
Es una oportunidad más que Dios nos da, para hacer nuestros propósitos de año nuevo, corrigiendo todo aquello que se tenga que corregir, y que manera tan especial teniendo como ejemplo la sagrada familia, la cual hoy celebramos, ni más ni menos que la familia de Jesús, José y María, un gran testimonio de vida.
En ellos se refleja cómo es posible cumplir la voluntad de Dios sin buscar privilegios, sino más bien, buscar en todo el cumplimiento de la ley de Dios y lo que la sociedad exige de su parte y no lo muestran, hoy cumpliendo con la presentación de Jesús al Señor una ley que prescribía Moisés.
En otro pasaje vemos como José y María fueron a empadronarse, cumpliendo las leyes como ciudadanos, que precisamente fue cuando a María le llegó el momento de dar a luz, por tal motivo el lugar estaba saturado en cuanto hospedaje y por esa razón fue difícil que José y María encontraran un lugar mejor donde naciera Jesús.
Qué ejemplo tan maravilloso para nosotros, que decimos ser cristianos, que expresamos nuestra fe, por esa razón se merecen este título tan especial que es la Sagrada Familia, y ahí nos da otro testimonio más como en la familia, es el lugar perfecto para santificarnos, es donde podremos alcanzar la salvación. Nos viene bien a nosotros tomar su ejemplo, sobre todo en estos tiempos donde en la familia no se viven los valores.
Este es un buen momento para analizar nuestra relación familiar, ya que Dios quiso al igual que nosotros formar parte de una familia, aparte de lo que nos menciona hoy la palabra de Dios en el evangelio, cada una de las lecturas de hoy, hace hincapié en como para que se viva en la fe y cumplimiento de lo que Dios quiere de nosotros.
Cada uno por separado, pero sin perder la esencia de pertenencia a la familia, jugamos un rol muy importante e indispensable. En la carta de San Pablo a los Colosenses (3, 18-25) nos dice: “Mujeres, respeten la autoridad de sus maridos, como lo quiere el Señor. Maridos, amen a sus esposas, y no sean rudos con ellas. Hijos, obedezcan en todo a sus padres, por que eso es agradable al señor.”
Esa es la esencia de una familia y es a lo que estamos llamados a realizar, retomando los valores ya existentes, del amor, del respeto, de la responsabilidad, de cada miembro de la familia, de los padres y de los hijos, ya que de esa manera estaremos buscando nuestra santificación y por lo tanto nuestra salvación.
También la lectura del libro de Sirácides (Eclesiástico) que escuchamos este domingo, concretamente en Sir 3, 3-7, 14-17, nos da pautas muy importantes de los valores espirituales que debe de ejercerse dentro de la familia. Pidamos pues a Dios que nos ayude a vivir a ejemplo de la sagrada familia, para llegar a nuestra meta, es decir nuestra salvación.
Pidamos que Dios nos conceda el valor de defender nuestras familias tan atacadas en nuestros tiempos, que no permita que se destruya tan fácilmente. Sagrada familia de Nazaret intercede por nosotros.
Recuerda que Dios sin ti sigue siendo Dios, pero nosotros sin él no somos nada, bendiciones a sus familias, feliz y próspero año nuevo, su servidor, Padre Lolo.
PBRO. JOSÉ DOLORES MUÑOZ TRUJILLO
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