¿Cómo pasará o pasó usted la noche buena de este 24 de diciembre?
Si está leyendo esto, por favor, lo exhorto a que celebremos. Estamos vivos y eso es motivo suficiente para celebrar y agradecer porque hemos llegado hasta acá, recordando el nacimiento de Jesús el Hijo de Dios.
Al margen de la religión, más si de unión y relación con las cosas buenas, como sin duda la noche buena, que es buena por el simple hecho de que estamos vivos, cuando muchos otros no alcanzaron a disfrutarla este año. Nosotros en cambio podemos incluso celebrar, hagámoslo entonces para recordarnos lo que significa en verdad cada noche buena de cada año que nos tocado vivir.
Estimados lectores, que no sea una noche buena más, sino una ocasión perfecta para regalar y regalar mucho, de lo más caro que pudiéramos imaginar, de lo que no podemos comprar ni pagar con dinero, me refiero a lo valioso que todos poseemos como seres humanos: amor, fe y esperanza, por supuesto también el perdón.
¿Dónde podemos comprar diez kilos de amor, cinco docenas de esperanza y un costal repleto de fe? ¿Ah verdad?
Celebremos es noche buena, compartamos el “pan y la sal” con nuestros seres queridos y enviemos nuestros deseos genuinos a nuestros amigos, renovemos el pensamiento y limpiemos nuestro corazón de todo aquello que nos lastima, porque solamente así, tendremos paz interior, que nos conduce y acerca a la máxima verdad.
Y nunca, pero nunca seamos indiferentes a las injusticias. Que nos duelan tanto, que nos expresemos siempre en favor de quienes se comete, pidiendo su reivindicación, que no nos detenga la complacencia y el confort de la realidad que ya no hagamos nada por cambiarla, porque desde donde tú estás, desde el más alto encargo hasta el más humilde oficio, todos estamos llamados a servir, siguiendo el ejemplo de quien nace en estas fechas, y que siendo rico, se hizo pobre, si de Jesús. ¡Que es quien se celebra en estas fechas!
Inspirémonos a hacer el bien siempre, aunque más nos cueste, porque esto nos hará con toda seguridad mejores personas, más conscientes y libres. Seamos portavoces de lo que es bueno, y si tuvieras que esforzarte, hazlo sin dudarlo, y no te arrepientas de todo lo que dieres, porque el que da, dice la Biblia Dios ama al dador alegre.
Y si acaso a tu puerta tocare, la nostalgia, de quienes se han ido antes que tú, te animo a que mires hacia adelante, porque lo que habrá de venir, siempre será mejor, cuando confiamos en el Señor, en Dios recordando sus promesas.
Vive y dejemos que duerman en paz los que se fueron, que solo se adelantaron, y sé feliz con quienes tienes a tu lado, abraza a tu madre y a tu padre si los tienes, mira a tus hermanos si no los has visto por mucho tiempo, también se puede con el corazón, si cualquiera de ellos ya no está. Es noche buena, y celebrar, es alabar al que ha nacido ya.
Sin olvidarnos de quienes sufren, de quienes padecen, de quienes han sido olvidados, también de los excluidos, de los refugiados, de los repatriados, de los perseguidos, de los exiliados, de los que huyen de la guerra, de los que tienen hambre, de los que están en la cama de un hospital, pero también de los que están a tu lado, de tu hermano con quien no te has reconciliado ¡Es ahora, quizá mañana sea demasiado tarde!
Y si hasta aquí has llegado leyendo, te envío fuerte abrazo, de humano a humano, para hacer de este mundo, un mejor lugar para vivir, que la noche siempre llega, al final del día, y esta noche, es noche buena. ¡A celebrar, que ha nacido el Hijo de Dios!
Aprovecho las líneas de esta colaboración, para dar infinitas gracias al Periódico La Verdad, por obsequiarme el regalo de poder compartir ideas y pensamientos con libertad, pensando siempre en contribuir con la sociedad y las personas, y desde luego mi gratitud a quienes durante este año, se atrevieron a leer lo que escribe una servidora, quien de todo corazón, les envío mis mayores deseos de salud, amor y bienestar, para cada uno y sus respectivas familias. Dios les bendiga siempre. ¡CELEBREMOS ES NOCHE BUENA!
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