Francia, 13 de noviembre.- Este domingo, las calles de París se llenaron de voces contra el antisemitismo, con una manifestación que atrajo a 105.000 personas, según cifras de la Prefectura de Policía. Esta convocatoria, realizada por los presidentes de ambas cámaras parlamentarias francesas, resuena como un eco de preocupación ante el posible traslado del conflicto de Oriente Medio a suelo francés.
La marcha, que conectó la Asamblea Nacional con el Senado, contó con una participación notable de la clase política, aunque las divisiones eran evidentes. Las ausencias más destacadas fueron la del presidente Emmanuel Macron, por motivos institucionales, y de La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon. A nivel nacional, se estima que 182.000 personas participarán en más de 70 manifestaciones organizadas en todo el país, todas desarrolladas pacíficamente.
La primera ministra Élisabeth Borne, acompañada por unos treinta miembros de su gobierno, expresó su satisfacción por la “amplia movilización” y reafirmó el compromiso de proteger a la comunidad judía en Francia. Estas declaraciones se dan en un contexto de preocupación, ya que desde los ataques de Hamás en Israel el 7 de junio y la respuesta militar de Israel en Gaza, se han registrado más de 1.250 actos antisemitas en Francia, el triple de los ocurridos en 2022. .
La comunidad judía francesa, la más grande de Europa con aproximadamente 500.000 personas, vive momentos de inquietud, en un país que también alberga varios millones de musulmanes. Catherine Colonna, ministra de Exteriores, enfatizó la importancia de no importar el conflicto a Francia y reiteró que “el antisemitismo es una plaga contraria a los valores de la República”. Francia aboga por una “pausa humanitaria inmediata” en Gaza y una solución pacífica de dos estados en el Oriente Medio.
La ausencia de LFI, que critica la postura francesa como demasiado suave hacia Israel, destaca la fractura en la izquierda entre LFI y otros partidos con representación parlamentaria. Olivier Faure, del Partido Socialista, enfatizó la necesidad de apoyar a los judíos franceses y evitar trasladar el conflicto israelí-palestino a Francia.
La presencia de figuras de la extrema derecha, como Marine Le Pen, en la manifestación fue vista como “problemática” por algunos, dada la historia antisemita de la extrema derecha, de la cual Marine Le Pen ha intentado distanciarse.
Yonatan Arfi, presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia (CRIF), evitó entrar en polémicas sobre las presencias y ausencias, destacando, en cambio, la importancia de la unión francesa contra el antisemitismo. “Lo peor para los judíos es sentirse solos”, añadió, resaltando la importancia de la solidaridad en tiempos difíciles.
Discussion about this post