Italia, 18 de noviembre.- En el día señalado, ante una Macedonia del Norte que traía los peores recuerdos y que sembró el terror en la segunda mitad con dos tantos en jugadas aisladas, fue el liderazgo de Federico Chiesa el que, con dos tantos en la primera mitad, acercó a Italia (5-2) a la próxima Eurocopa 2024 de Alemania, para la que ahora solo necesita un punto ante Ucrania.
Italia respiró en el Olímpico de Roma durante la primera mitad. Suspiró aliviada al ver una versión mejorada de su selección en uno de los dos momentos decisivos que le quedaban por vivir.
Se animó al ver la versión de un Chiesa que se echó a las espaldas el ataque ‘azzurro’, que recordó a aquella versión que asombró en la pasada Eurocopa que acabó en poder italiano. Pero transitó de nuevo en la preocupación, viendo a un equipo al que casi cualquier ataque le hace daño.
No tardó en llegar, en el minuto 17, el cabezazo de Matteo Darmian para desbloquear el encuentro. El defensa del Inter remató a placer el centro de Raspadori, libre de marca, y celebró su segundo gol con la camiseta de la absoluta italiana. Siguió presionando Italia, siguió Chiesa tirando desmarques, desbloqueando la salida de balón y generando peligro.
Italia estaba cómoda, pero el resultado no era amplio. Llegó la oportunidad perfecta desde los onces metros, pero Jorginho erró en su especialidad. Volvieron a aparecerse los fantasmas pese al dominio absoluto y abrasador de una selección que se ha perdido los dos últimos mundiales, que teme quedarse fuera de otro gran torneo para hundirse más todavía en un crisis en la que la conquista de la Eurocopa fue un éxito asilado.Italia superó la prueba, pero no convenció al 100%. Chiesa fue el mejor. Ante Ucrania, el empate y la victoria sellan el pasaporte a Alemania.
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