El espacio de hoy no se refiere a un nuevo paro de maestros en Tamaulipas. Pretende
una breve historia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y los conflictos
internos que se han generado a lo largo de sus casi 70años, cuando aquél 30 de diciembre
de 1943 y a iniciativa del presidente Manuel Ávila Camacho, se integraron diversas
agrupaciones de maestros y trabajadores del sistema educativo nacional.
El SNTE ha permitido a sus líderes gobernar algunas entidades y municipios del país,
dirigir secretarías de estado, presidencias de partidos políticos y desde luego ser parte del
Poder Legislativo. Cargos a nivel federal, estatal y municipal.
Lo relevante en este breviario del SNTE, es la caída de aquellos pretenciosos del
mando político eterno como Luis Chávez Orozco, primer secretario general. De los tres
líderes que parecía lograran su eterno mandato a través de otros, como el hidalguense
Manuel Sánchez Vite, el chiapaneco Edgar Robledo Santiago y el colimense Jesús
Robles Martínez.
El potosino Carlos Jongitud Barrios suplió a los tres grandes el 22 de septiembre de
1972 con su Vanguardia Revolucionaria del SNTE, desde luego con la autorización del
presidente Echeverría (1970-1976).
Luego vino la caída de Jongitud en el gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-
1994) e impuso a la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales que, las malas lenguas
aseguraron había sido ‘kerreke’ del potosino, pero que fue traicionada, cuando Jongitud dio
la Sria. Gral, del SENT a Jorge Mendicuti Negrete, su compadre.
El originario de Atlacomulco, Enrique Peña Nieto (2012-2018) encarceló a la ‘líder
moral’ de los maestros con temas más que legales, políticos, Elba Esther Gordillo, donde se
supone la mano presidencial en favor de Juan Díaz de la Torre, quien entrega sin problemas
el mando al actual, Alfonso Cepeda Salas.
Hacia finales de los sesentas, el SNTE vive un sismo de magnitud 8.9, cuando el
guerrerense, egresado de la normal de Ayotzinapa, Otón Salazar Jaramillo, al margen del
sindicato oficialista, convoca a la huelga nacional exigiendo al gobierno federal un aumento
del 100%, éxito que se logra cuando el gobierno autoriza la petición sindical del 50 %.
Es la época cuando nacen los Comités Independientes, la Coordinadora Nacional del
Magisterio y finalmente la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación
(CNTE)… los rojillos del SNTE.
En la historia del sindicato de maestros jamás se ha desconocido a un secretario
general delegacional o seccional, por respeto, dice el discurso oficial, a la autonomía y a la
democracia del magisterio. Lo que ha hecho toda dirigencia sindical desde el centro del
país es enviar permanentemente a un representante quien discretamente señala el rumbo, la
línea política a seguir.
No es cierto que un gobernador en alguna entidad federativa haya quitado a un líder
seccional, por el contrario, se han dado casos donde el SNTE provoca hasta la desaparición
de poderes de un estado y por lo tanto la caída del gobernador.
En los últimos tiempos de Tamaulipas, algo se ha publicado sobre el papel que juegan
los dos excandidatos a la secretaría general de la muy combativa Sección 30, elección que
perdieron en diciembre del 2022.
Incluso hace unos días, en redes sociales exhibieron fotografías del festejo de
cumpleaños de la que dicen fue corcholata oficial del 15 Hidalgo y que lastimosamente
quedó en segundo lugar. Radio pasillo afirma que el financiamiento para la fiesta muy
concurrida, llegó del presupuesto ajeno al festejado.
¿Hay un ‘Complo’ que se orquesta tipo ‘golpe de estado’ en la Sección 30 del SNTE?
Lo interesante es el rol no solo local, sino incluso el papel del Comité Ejecutivo Nacional y
del titular de la secretaría general, Alfonso Cepeda Salas.
Un reportero maneja tres nombres y apellidos como piezas responsables que se
mueven para el ¿derrocamiento? del hombre que fue electo con las nuevas reglas de la 4 T,
donde participaron no delegados, sino todos los agremiados al SNTE.
La historia del Sindicato magisterial más grande de Latinoamérica -por el número de
agremiados- no reporta actos como el que se insinúa en la pluma de algunos compañeros
comunicadores.
Esperemos y veremos qué sigue…
A la mejor me vuelvo a equivocar y entonces me sorprenderé otra vez.
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