La secretaría de Gobernación siempre fue considerada como antesala para llegar a la
presidencia de la república. Con las excepciones del caso, por ahí transcurrieron personajes
sin duda protagonistas de la historia nacional; algunos inteligentes y talentosos
comprometidos con el país, otros perversos, “tóxicos y mala entraña” y con bien ganada
fama de asesinos. Entre la larga lista sobresalen: Benito Juárez García, Melchor Ocampo,
Victoriano Huerta, Plutarco Elías Calles, Emilio Portes Gil, Lázaro Cárdenas, Emilio Vázquez
Gómez, Miguel Alemán Valdés, Adolfo Ruiz Cortines, Gustavo Díaz Ordaz, Jesús Reyes
Heroles, Luis Echeverría, Mario Moya Palencia y Manuel Bartlett Díaz, entre otros. Ya
sabemos que la primera mujer en el cargo fue Olga Sánchez Cordero, la segunda y más
joven, es Luisa María Alcalde Luján.
El viejo palacio de Donceles, sede de la dependencia, sigue siendo misterioso, sombrío y
tenebroso. Dicen que no ha cambiado ni siquiera bajo moda 4T. Recuerdo el episodio vivido
por este columnista en el lugar (entonces escribía en “El Gráfico”). Era oficial mayor Manuel
Cavazos Lerma y Homar Zamorano (con H), su secretario. Resulta que buscome el
inolvidable Héctor Miguel Chávez a quien el funcionario había encargado me invitara “a
platicar y aclarar cosas” en su oficina, durante mi próxima visita a la capital.
Sucedió dos semanas después, tras comentarlo con algunos colegas en el “Café Habana”
cercano al edificio de Gobernación. Ellos recomendaban no hacer la visita conocido el
carácter del paisano que andaba ya tras la gubernatura estatal, pero por morbo esperarían
ahí mismo el resultado. Por curiosidad acudí y tras ser anunciado por Homar, casi de
inmediato MCL me recibió y en penumbras, sin ponerse de pie o siquiera saludar, con el
coraje a flor de labios reclamó ciertos comentarios que calificaba de inventos y mentiras. El
hombre estaba en verdad furioso.
Traté de suavizar el penoso asunto, pero no me dio oportunidad. Así que con la misma
prontitud con la que entré, salí, evitando la provocación y dejando a mis espaldas aquel
violento lenguaje que por el tono sonaba a concierto de insultos. La experiencia reflejó el
autoritarismo reinante en la oficina más importante después de la Presidencia y de cierta
manera los complejos de quienes realizaban tareas administrativas, aunque todos sabíamos
que en el fondo se trataba de espionaje político, represión y todo lo que significara atentar
contra los derechos humanos.
Ni como ocultar que por muchos años fue comparada con la “santa inquisición” de la
colonia. Basta recordar a Miguel Nazar Haro, el siniestro torturador de los dirigentes del
movimiento del 68 y operador de la guerra sucia contra los movimientos independientes y
democráticos, al igual que Javier García Paniagua, el temible ex director de la policía federal
de seguridad, padre de Omar García Harfuch actual secretario de Protección y probable
titular del gobierno de la CDMX.
GENERACIÓN DE RELEVO
Ahora AMLO se la juega con Luisa María Alcalde en sustitución de Adán Augusto López.
Apuesta a la lealtad, entusiasmo y vigor de los 35 años de la nueva secretaria de
Gobernación quien sin duda hizo buen papel como responsable de la relación laboral entre
capital y fuerza de trabajo. De la clase empresarial no hay queja y menos de los obreros
cuyo incremento salarial en buena medida lo deben a la terquedad de la funcionaria y la
comprensión de su jefe.
Usted dirá que Luisa María no cubre el perfil, que le falta “colmillo” para manejar la política
interna, es decir, “para capotear” a quienes vuelan al nivel más alto de “la grilla”. Y tiene
razón. Quien esto escribe agrega que poco más de un año no será suficiente para que la
hembra responda al cien, sin embargo, ojo, que por ley podría convertirse en Presidenta de
la república en caso de que algo grave sucediera a AMLO…toquemos madera.
Mientras tanto, re-que-te-mal se vio Marcelo Ebrard al anunciar la creación de la secretaría
de la 4T y proponer como titular a Andrés Manuel López Beltrán. Está claro que intentó
ganar adeptos e inclinar la balanza lanzando el anzuelo al hijo de AMLO quien por supuesto
no cayó en la trampa. El ex de Relaciones Exteriores quedó en ridículo, pero no solo eso,
también mostró que ese tipo de publicidad no funciona. Muy elemental para la experiencia
que presume. En este sentido Marcelo no es lo que aparenta.
El hecho seguro fue reprobado por AMLO a quien indigna utilicen a su familia con fines
políticos.
SUCEDE QUE
Y la maldita alianza como los cangrejos.
Y hasta la próxima
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