Confieso que el contenido de hoy estaba referido al tema presidencial sobre el penoso
número de muertos en México, a partir del 1 de diciembre del 2018 y hasta mayo de este
año, donde según datos oficiales las estadísticas de sexenios anteriores están rebasadas con
amplio margen.
Sin embargo, el suicidio de un puberto de apenas de 11 años de edad, llamó
sobremanera la atención y más por las razones de esta muy lamentable muerte que se hace
pública en redes sociales y de ahí a la prensa.
Al niño se le identificó como Jerik, habitante de la ciudad de Piedras Negras, en el
norteño estado de Coahuila, donde el pequeño del 5º grado de primaria se quitó la vida
dejando un recado póstumo a sus padres donde manifestaba su inconformidad por no
permitirle ser como él quería ser.
Los apesadumbrados padres del menor aceptaron que le habían prohibido escuchar
canciones del artista de moda: Peso Pluma.
Hassan Emilio Kabande Laija, es el nombre real del artista de 23 años que dicen,
desbancó al astro puertorriqueño Bad Bunny, por lo que se convirtió en el artista más
buscado en la plataforma YouTube, de acuerdo a la información de sitios especializados de
música.
Peso Pluma acumula en YouTube cerca de 2 millones de suscriptores que lo han
identificado como el precursor de los corridos tumbados actuales y tan solo las canciones
de este género en la voz del artista, tiene más de 78 millones de visualizaciones.
Kabande Laija adquirió el sobre nombre de “Peso Pluma”, clasificado como cantaautor, con residencia en Guadalajara y originario de Zapopan, con 23 años de edad y
producciones desde la Pandemia (2020) y hasta la fecha. Quienes lo conocen aseguran que
tiene el seudónimo “La Doble P” significando Peso Pluma.
El género musical con el que se le identifica es el Regional mexicano, también con
los corridos -especialmente bélicos- y los corridos tumbados, que le han dado a ganar
millones de pesos.
Jerik, de 11 años de edad, la noche del 29 de mayo pasado fue encontrado colgado de
un árbol en el patio trasero de su domicilio en la Colonia Real del Norte de Piedras Negras,
dejando una nota póstuma donde relataba que su padrastro y su mamá le habían quitado el
celular para que ya no viera los videos de Doble P.
Las declaraciones del ¿artista? sobre este tema, se refirieron a que su música no es de
ninguna manera infantil. Es la responsabilidad de los padres de familia permitir a sus hijos
escuchar y ver videos de adultos.
Desde luego que la opinión del artista ha provocado expresiones y criterios distintos
porque un buen número de jóvenes apoyan las declaraciones de Hassan Emilio… En
contrario, muchos adultos incluso piden la prohibición de este tipo de música que de una u
otra manera influyen en la conducta de mentes inmaduras y la de un niño en formación es
muy frágil.
Seguro que el tema abre polémica generacional y una conclusión aventurada es que
las autoridades legislativas o del ejecutivo local o federal, es vetar la producción, aunque se
correría el riesgo de enfrentar a una poderosa y millonaria industria a quien el tema de la
muerte como la del niño de Piedras Negras, no interesa.
No en el país… pero sí en muchas localidades municipales, han prohibido la
actuación y difusión de corridos bélicos, de narcos, que inciten a la violencia verbal y
física, utilizando lenguaje altisonante o armas desde blancas hasta las de usos exclusivo del
ejército.
Los mexicanos nos quejamos de la excesiva mano de hierro de la Secretaría de
Gobernación en otros tiempos cuando censuraba desde publicaciones, expresiones verbales,
imágenes, cintas de largo metraje y música.
Es clásico el ejemplo de veto en las décadas de los 60s y 70s principalmente, fue sin
duda el de Jesús Martínez Rentería, conocido en el ambiente artístico como “Palillo” por su
extrema delgadez física y que al concluir su participación, era esperado por la policía al
salir del escenario por ‘las habladas que echaba contra los políticos de la época.
“El Cómico Político” muchas veces fue encarcelado y multado por ‘burlarse’ en los
chistes que armaba en alusión a uno o dos políticos de la época, al grado que en los últimos
tiempos guardaba entre sus ropas un amparo federal que un Juez otorgó para evitar la
detención y la cárcel, aunque no en pocas ocasiones la policía hizo caso omiso del
documento judicial.
¿El continuar permitiendo la motivación a la violencia, en un momento dado
podemos interpretarla como libertad de expresión o se impondrá la censura gubernamental
para evitar muertes como la del niño coahuilense?
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