Este miércoles 31 de mayo, el presidente de México, inició su vista numero 13 a Tamaulipas. En esta ocasión tocó a Tampico y su zona conurbada ser anfitriones del Lic. Manuel López Obrador. Según la agenda formal, la principal razón oficial de esta visita es para conmemorar el 81 Aniversario del Día de la Marina Nacional, pero también dar un informe del estado de seguridad en Tamaulipas, hacer visitas al Hospital General de Tampico “Dr. Carlos Canseco” y al Hospital General “Dr. Rodolfo Torre Cantú” de Altamira para supervisar el avance para la incorporación al IMSS-BIENESTAR y dar la mañanera del miércoles desde nuestro estado.
Como sabemos, la hiperactividad del presidente y su esfuerzo por establecer en toda oportunidad un estrecho contacto con los grupos sociales de cada región del país, para conocer de viva voz y en persona la realidad, determina que tenga muchas otras actividades que no trascienden en los medios, pero que sin duda son definitivas para la marcha del país y de los gobiernos estatales y locales.
No todo se sabrá de inmediato, pero en pleno territorio gobernado por la oposición a MORENA y al presidente, ya hay mensajes y resultados concretos: Tamaulipas y en particular el gobierno encabezado por el Dr. Américo Villarreal, cuenta con un sólido respaldo del jefe de la Nación. Así la presencia y la marcha de la Cuarta transformación tiene en nuestro estado un bastión social, político y electoral.
Específicamente en el tema de salud, trajo buenas noticias y la garantía de recursos para impulsar el arranque del IMSS BIENESTAR en Tamaulipas.
La filosofía, el modelo y la experiencia en procesos eficientes de dirección y administración de IMSSBIENESTAR tienen más de cuatro décadas de historia y perfeccionamiento para la atención médica y entrega de medicamento a población sin seguridad social desde un enfoque de atención primaria y promoción de la salud comunitaria que ahora además se encuadra en el paradigma de los derechos humanos y justicia social.
En 1979 inicia como Programa IMSS-Coplamar, en 1989 cambia su nombre a IMSS-Solidaridad, en 1997 se complementa con PROGRESA, en 2002 IMSS-Solidaridad cambia a IMSS-Oportunidades, en 2014 toma el nombre de IMSSPROSPERA y en 2018 IMSS BIENESTAR.
Por lo tanto la operación de IMSS BIENESTAR a nivel federal y estatal no es una ocurrencia, una improvisación o un peligro, como sus detractores lo han difundido.
Es muy anterior al del Seguro Popular (2003-2020), el cual diseñado y operado por los gobiernos neoliberales, bajo la justificación de garantizar el derecho a la protección de la salud, ofreció sin lograrlo una cobertura universal efectiva y reducir el gasto de bolsillo de los mexicanos.
No pudo cumplir con ese propósito porque realmente fue un modelo privatizador de la salud, forjado bajo el paradigma mercantil de las aseguradoras y basado en la demanda de servicios y
no en las necesidades de salud.
Ante este fracaso y desmontaje del sistema de salud, cuyas consecuencias quedaron al descubierto durante la crisis sanitaria por la pandemia, el presidente López Obrador desde su campaña prometió el cambio a un nuevo modelo del sistema de salud mexicano que cumpliera cabalmente a los mexicanos, sobre todo a los más pobres y sin seguridad social, con el derecho a la salud; pero la marcha de su proyecto se vio trastornado y pospuesto por la urgencia de atender la crisis
sanitaria, económica de la pandemia de COVID-19 (2020-2022).
Pasada la etapa más grave y demandante de esa crisis de salud pública, el gobierno federal retomó su proyecto plateado inicialmente como INSABI, pero ahora bajo la forma de IMSS-BIENESTAR.
Así el primero de abril de 2022, con la incorporación del estado de Nayarit, se inicia el proceso de transformación de los servicios de salud.
En Tamaulipas, el gobierno de Francisco Cabeza de Vaca, no aceptó la incorporación a las compras consolidadas de medicamentos, ni el cambio del sistema de salud estatal al del IMSS-BIENESTAR. Esto repercutió no solo en el mayor debilitamiento de la infraestructura de salud, de la calidad de sus servicios, sino además en la privación a más de 5 mil trabajadores de la salud de su derecho
a un trabajo seguro, con seguridad social y salario digno.
Al finalizar el mes de enero de 2023, a nivel nacional ya se habían incorporado a este programa federal y modelo de IMSS-BIENESTAR los estados de Tlaxcala, Colima, Sonora, Sinaloa, Baja California Sur, Guerrero, Veracruz, Campeche, Michoacán y Morelos.
A este grupo de entidades, desde ayer se integró Tamaulipas, con la firma del gobernador Dr. Américo Villarreal que de esta manera se transfieren al Instituto IMSS-BIENESTAR las 16 jurisdicciones sanitarias ubicadas en los 43 municipios del estado, que tienen 354 centros de salud, así como 24 unidades de segundo nivel (18 hospitales) y tercer nivel de atención, con su actual equipamiento y la plantilla laboral, para atender a un número de tamaulipecos sin seguridad social,
estimado en 1 millón 540 mil derechohabientes.
Para la compra del equipo de estas unidades, el IMSS-BIENESTAR aplicara de manera inmediata más de un mil millones de pesos, el IMSSBIENESTA y para rehabilitar y mejorar la infraestructura destinará 272 millones de pesos. Zoé Robledo, anunció que se planea terminar y poner en operación el Hospital de Ciudad Madero, que lleva ocho años sin poderse terminar.
Respecto al personal de salud, el presidente aseguró que a todos, no solo se les va a mantener su nivel de ingreso y sus prestaciones, sino que serán basificados.
Afirmo que Tamaulipas “tendrá un sistema de salud de primera, como lo merece”.
}Sin duda que esta 13a visita del presidente a Tamaulipas durante los días 31 de mayo y 1º de junio, en que se formalizó el cambio y transición al IMSS-BIENESTAR, del viejo sistema de salud estatal que ya no respondía a las necesidades en salud y sociales, actuales y del futuro inmediato post-COVID de los tamaulipecos, marcará un parteaguas en la historia de nuestro estado.
Parece que hoy se suman la voluntad política, los recursos necesarios, un plan estratégico sólido, un sistema bien estructurado y una disposición a la disciplina, a la participación comunitaria, a la honesta aplicación de los recursos y a la eficiencia en el desempeño de la tarea de cada quien.
Con todo esto no se puede dejar de cumplir con lo que desde hace cuatro décadas esperan los tamaulipecos, en materia de salud.
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