El próximo 13 de diciembre el Movimiento de Regeneración Nacional debe definir su candidato a Senador de Mayoría para la elección extraordinaria del 19 de Febrero.
El proceso tiene el objetivo de cubrir la vacante que dejó el desafortunado deceso del Senador Faustino López Vargas, quien llegó a la titularidad, tras la licencia de Américo Villarreal Anaya, actual gobernador de Tamaulipas.
Se trata de la Senaduría que en 2018 ganó Américo Villarreal Anaya con ligero margen (1.1%) sobre Ismael García Cabeza de Vaca, quien llegó a la Cámara Alta por la vía de primera minoría.
Sin duda, la posición que le abrió el panorama político al galeno victorense para convertirse luego en el abanderado a la gubernatura, que también ganó con ligera ventaja a una alianza PAN-PRI-PRD que apostó por César Verástegui Ostos.
La posición que está en juego, tiene por tanto un significado importante no solo para quien la ganó en primera instancia, sino para el partido MORENA y los tamaulipecos.
No se trata de una vacante cualquiera, que deja el Senador Faustino López Vargas, quien apenas empezaba a mostrarse en ese terreno, sin lograr el activismo parlamentario y el juego político que tuvo su antecesor.
El Morenismo tamaulipeco, que es un neomorenismo, o morenismo emergente, por la poca presencia que tenía ese instituto en la entidad y del que el actual gobernador es el jefe político, tiene por tanto un quíntuple reto en esta elección extraordinaria.
1.- Retener la Senaduría de Mayoría para su causa en Tamaulipas.
2.- Alcanzar la supremacía política sobre la alianza PAN-PRI-PRD en esa posición, dejando atrás el recuerdo de un resultado apretado.
3.- Dar el golpe definitivo al PAN-Cabecista, pues es el ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca quien controla a ese partido.
4.- Mandar una señal contundente de quien manda en Tamaulipas, para que con ese resultado se avance en la reconfiguración del Congreso del Estado, con alineación a Morena.
5.- Y con ello eliminar los atropellos legislativos que le dieron un blindaje post-sexenal al reynosense y a sus tropelías.
La elección extraordinaria para nominar al senador relevista de Américo Villarreal Anaya y Faustino López Vargas (+) es mucho más que una simple contienda de trámite para llenar una butaca vacía en la Cámara Alta del Congreso de la Unión.
Por tanto no debe ser una elección gris, de bajo perfil, silenciosa u obscura.
Requiere que el morenismo tamaulipeco le dé la relevancia que merece, por ser, esa posición en disputa, la cuna de su jefe político estatal.
Obligado está, por tanto, el partido que en la entidad dirige Yuriria Iturbe Vázquez y a nivel nacional Mario Delgado Carrillo, analizar de manera inteligente los perfiles de los aspirantes y tomar la mejor decisión.
E ir con quien garantice el mayor resultado posible, haciendo a un lado la soberbia de que cualquiera gana ante la debacle del Cabecismo-panismo.
Los registros fueron numerosos, pero de acuerdo a los términos de la convocatoria surgirán hasta cuatro nombres, que son los que se medirán en encuestas y otros estudios cualitativos.
Deberán evaluarse de manera imparcial y sin simulaciones, los perfiles de esos cuatro activos políticos.
Entre los más importantes puntos habrá que revisar los siguientes:
I.- Participación histórica en el Movimiento
II.- Aportaciones a la causa Morenista en Tamaulipas desde 2018.
III.- Pasos de urna y contundencia de resultados.
IV.- Calificación en las responsabilidades del servicio público.
V.- Preparación académica.
VI.- Experiencia en sector público y parlamentario.
VII.- Positivos y negativos de su imagen personal.
VIII.- Vulnerabilidad por relaciones riesgosas.
Y por ese filtro hay que poner por lo menos a los siguientes aspirantes, que le dan seriedad a la contienda interna morenista.
En estricto orden alfabético:
Odontólogo Felipe Garza Narváez.
Licenciado José Ramón Gómez Leal
Contador Erasmo González Robledo.
CP, Administrador y Abogado Mario López Hernández
Más los que usted quiera agregar, apreciado lector.
Solo imagine que con veinte amparos en la bolsa aparezca como el abanderado de la coalición PAN-PRI-PRD a la senaduría el propio ex gobernador tamaulipeco.
¿Con quién lo enfrentaría?
De ese tamaño es el reto Moreno.
Y hay que salir muy bien librado, en defensa de la CUNA POLITICA.
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