En un mundo tan ajetreado por la dinámica de la vida moderna, en donde los viajes
en coche son extenuantes, los traslados en autobús un bochorno, el hacer filas
largas en el supermercado es un suplicio, pagar el cable un show y ni qué decir de
la espera para ver un estreno, de una película gringa en sala tipo estadio.
En una ocasión escuché en Carolina de Sur (USA), un singular spot radiofónico
patrocinado por una compañía internacional de refrescos, que expresaba: “en
México cuando dicen que un evento comienza a las 9 am, en realidad, inicia a las
10 y en Estados Unidos, cuando invitan a las 9, llegan 10 minutos antes”.
Ese día tragué saliva y por más gestos que hice, nunca pude defender lo
indefendible, con tales afirmaciones, porque en la psique del mexicano, trae bien
tatuada la impuntualidad, llámese en el trabajo, en las fiestas, en los mítines
políticos y hasta en las bodas los invitados arriban tarde.
Se asegura que “la puntualidad es sinónimo de la responsabilidad”, entonces hay
que entender que si alguien se retrasa en sus compromisos adquiridos, es informal,
descuidado y negligente, por lo tanto merece ser juzgado con severidad, por la
mayoría que siempre está temprano.
Seguido veo en los programas del espectáculo, que se quejan amargamente los
actores, que colegas suyos no se presentan en la locación en el plazo acordado y
se dan el lujo de pisar el parqué 2 horas después, como si fueran las estrellas del
cine nacional, casi de la talla de una María Félix, Pedro Infante y otras luminarias.
Leyendo en el portal NOROESTE-COM, la nota titulada “es la impuntualidad falta
de respeto y educación” (Ago/2006), la psicóloga Lourdes Vital, asevera que “si llego
tarde a una cita, le estoy quitando su tiempo a la otra persona”, lo que refleja una
carencia de autocontrol y disciplina interna y externa.
Ahí mismo la especialista Lourdes de Borrayo, manifiesta que “la educación son
valores, normas, límites y eso se hace en casa, dice que la educación se mama” y
va más allá, al mencionar que hay madres de familia que sabiendo que sus bebés,
entran a las 9 am a la escuela, apenas salen de casa a repartir chamacos.
En Infobae.com la psicoanalista Elsa Wolfberg, enumera las causas de una persona
impuntual: “baja autoestima, haber sido relegado, agendar más compromisos, tener
una alta ambivalencia, creerse sobredimensionado, perder la noción del tiempo,
padecer rebeldías y no encontrar canales de expresión”.
¡Qué flojera! de repente, nos topamos con un novio o novia, que se siente hecho a
mano y nos provoca desesperación, al adoptar poses de divo, lo que significa que
a la fuerza tenemos que aguantarlo y armarnos de paciencia, so pena de que nos
manda a volar, a ésos hay que darles una pastilla de “ubicatex”.
Según la OCCMundial-2012, el 97% de profesionistas en México, ya cambiaron el
paradigma de la puntualidad y expone 5 pasos para lograr buenos hábitos:
“reconoce que eres impuntual, haz conciencia sobre el tiempo, levántate cuando
tengas que hacerlo, llega 15 minutos antes y aprende a ser organizado”.
En un desplegado de CNNExpansión (2008), delibera acerca de las pérdidas
monetarias que genera la impuntualidad, revela que en empresas del norte del país,
hay un 25% en este rubro y 34% en dependencias del gobierno, agrega que la
automotriz “VW” paga cantidades fuertes por bonos a la puntualidad.
Hagamos el esfuerzo para matar esa frase trillada de “tarde, pero sin sueño”, vamos
a tomar las cosas con interés, con ganas y con el deseo ferviente de ser mejores
hombres y mejores ciudadanos; pues una potencia mundial, como México, requiere
técnicos y profesionales que principien el día justo a tiempo.
Facebook: olimpobaezcedillo Twitter: @guiadelbien
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