Antes de cualquier otro tema, dos cosas que comparto con el amable lector: 1. Mis
mejores deseos para este 2022, sobre todo en salud; 2. Este espacio continúa, con permiso
del director de este prestigiado medio de comunicación, después de un período
vacacional.
Ahora sí: Reto es desafío. Por lo que este 2022, más que ganar una titularidad del
Ejecutivo tamaulipeco, debieran tener todos los partidos políticos y los candidatos
independientes que participarán en la contienda electoral de junio próximo, la derrota del
abstencionismo.
Ese fenómeno social que ha propiciado en la sociedad mexicana el divorcio de las
urnas de un gran número de ciudadanos, que pese a tener la obligación cívica de participar
para elegir a sus gobernantes, no lo hacen.
En Tamaulipas tenemos una población total de 3 millones, 527 mil 735 habitantes,
según el censo del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) en su
versión 2020.
De estos más de 3 millones y medio de tamaulipecos, el Instituto Nacional Electoral
en Tamaulipas, según su Padrón más actualizado a octubre pasado, rebasamos los dos
millones y medio de ciudadanos que pudiéramos ejercer el sufragio en la Jornada Electoral
del 5 de junio de 2022. Es decir, en números reales somos 2 millones, 746 mil 222
ciudadanos con credencial vigente para votar en las elecciones locales.
El reto, en el sendero de la democracia, no es el partido político o la coalición de
partidos u organizaciones que buscan hacer ganar a su candidato por el o la que hay que
votar para elegir al sucesor de Francisco García Cabeza de Vaca.
El Gran Reto, como lo apunté líneas arriba, es hacer que el mayor número de votantes
acuda a las urnas para ejercer su derecho de elegir.
Los números no mienten y en esta época de supuestas o reales transformaciones, hay
gobernantes y legisladores que ocupan el cargo con la mayoría de votos de los emitidos,
pero no de la ciudadanía.
En México tenemos mujeres y hombres en estas circunstancias que asumen una
alcaldía, diputación local o federal, gubernatura y hasta la presidencia de la República, con
un mínimo de votos que en ningún momento representan la mayoría de los votantes,
aunque sí, admito, de los que acudieron a votar.
En Tamaulipas, por lo menos, ésa debiera ser una tarea partidista, pero también del
gobierno, además de todas las instituciones, locales y nacionales que se jacten de ser
democráticas, incluyendo a los aspirantes y precandidatos.
Tamaulipas desde hace meses vive una ‘batalla electoral’ entre dos grupos políticos
representados por coaliciones. Por un lado, “Todos Por Tamaulipas” que se oficializó el 30
de diciembre del agonizante 2021, donde se vuelven a hermanar: Acción Nacional,
Revolución Democrática y el Revolucionario Institucional.
Aunque en ‘Todos por Tamaulipas’ asoman dos corrientes fuertes, ambas de Acción
Nacional. Por un lado, César Verástegui Ostos, todavía Secretario General de Gobierno;
por el otro, el Alcalde de Tampico, Jesús Nadder, quien no se da por vencido y parece tiene
el apoyo de la dirigencia nacional.
La otra coalición la conforman los ya tradicionales Morena, Partido del Trabajo y El
Verde Ecologista, que a nadie sorprendieron y sabemos que, aunque no se ha oficializado,
llegarán armonizados en una sola cara y todo indica será la del Cardiólogo, Américo
Villarreal Anaya.
Lamentable pero esta coalición, también tiene conflictos internos desde lo contextos
nacional y local, que de una u otra forma repercutirán directamente en la elección de
Tamaulipas.
Fue escándalo la inconformidad de la nueva Morenista, la Dra. Maki Ortiz
Domínguez (1962), que se sintió con mayores méritos del también Dr. Américo Villarreal
Anaya (1958), lo que trajo una división de opiniones entre los seguidores de los 37
aspirantes que no calificaron en la encuesta de Morena para candidato a gobernador,
llamado momentáneamente Coordinador Estatal.
La ‘operación cicatriz’ en ambas coaliciones es muy delicada porque hay muchos
intereses de toda índole en ambos grupos y de no ponerse de acuerdo pudiera surgir un
tercero y ése podría ser el empresario, expresidente municipal de Victoria por el PRI, ahora
abanderado por el Movimiento Ciudadano, Arturo Diez Gutiérrez.
Lo más interesante para este 2022 es su opinión… lo demás, son especulaciones,
hasta lo del juego democrático y las campañas de persuasión para acudir a las urnas y
derrotar al abstencionismo.
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