La Primera Guerra Mundial significó un desastre sin precedentes para los países afectados, pero
de manera paradójica contribuyó al desarrollo de los modernos departamentos de recursos
humanos en los países participantes, en especial en aspectos como selección y capacitación de
grandes grupos.
A fines del siglo XIX, muchos ejércitos mantenían el primitivo sistema de la “leva” para
obtener soldados. En ocasiones, las autoridades militares tan sólo sellaban las calles centrales de
una población y procedían a enlistar a todos los hombres que un oficial estimaba “a ojo de buen
cubero” que podían portar armas. Esta técnica de selección no sólo producía un inmenso
malestar social. Adolecía también de una falla fundamental: la efectividad militar de las tropas
reclutadas de esa manera era mínima.
A fin de dar racionalidad y efectividad al proceso de reclutamiento, los reclutadores se vieron
obligados a efectuar estudios demográficos para determinar la población que en realidad podía
portar armas. En el proceso se desarrollaron varios de los primeros métodos modernos para la
administración de exámenes médicos y psicológicos a grupos grandes.
La superioridad de las tropas capaces de leer y escribir, con buen nivel de salud y adecuado
entrenamiento, quedó demostrada en los campos de batalla. Un reducido grupo de combatientes
podía dominar a las masas mal disciplinadas obtenidas mediante el sistema de la leva.
Los integrantes de la población que no reunían las características necesarias para el combate se
destinaron a las fábricas de armamento.
Por primera vez grupos muy grandes de mujeres se integraron a la actividad industrial.
Al día de hoy uno de los procesos más estudiados dentro de la psicología militar es el de la
selección de personal; este proceso es especial debido a varias características entre las que se
encuentran: las exigencias inherentes de las instituciones militares, la gran cantidad de personas
que se enlistan anualmente y la preferencia de conductas específicas homogéneas a la hora de la
selección de militares y oficiales.
Con base en los procesos de selección y clasificación de personal militar se han adelantado
numerosos estudios relacionadas con capacidades y actitudes de liderazgo y de personalidad; de
hecho la personalidad ha sido tomada como base para la construcción de instrumentos de
evaluación como herramienta fundamental en el proceso de selección.
Dentro de la conceptualización del liderazgo en la investigación en el contexto militar se
encuentran dos corrientes destacadas; una es el enfoque de trabajo analítico, que se centra en las
destrezas y habilidades requeridas para liderar individuos y organizaciones; la otra es el enfoque
basado en competencias, el cual estudia los planes estratégicos y metas de la organización, con
el fin de identificar las competencias requeridas para implementar estrategias y alcanzar dichas
metas –conceptos totalmente ligados a la Administración de Recursos Humanos.
Con este estudio realizado en Instituciones Militares, mis alumnos pudieron valorar la
importancia del capital Humano en cualquier tipo de empresa u organización, identificaron que
con la correcta administración de este recurso es posible alcanzar idóneamente las metas y
objetivos deseados.
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