Las historias de las madres y padres de niñas y niños con autismo, empiezan
siempre por la descripción de la falta de respuesta o intranquilidad inexplicable de
sus pequeños desde los primeros días de su nacimiento y la acentuación de
conductas como la de no comer, no dormir o no caminar, conforme transcurren
sus tres primeros años de infancia.
Aunque hoy se sabe bien que los “signos de alarma” del autismo, son los
comportamientos repetitivos, los retrasos en el habla y en la audición, y la
dificultad para comunicarse y relacionarse con su medio social, muchos padres
relatan que nunca se dieron cuenta, no entendieron y no atendieron el
comportamiento extraño de sus niños o lo atribuyeron a otras patologías.
La mayoría de los padres pasaron por el largo, costoso y frustrante recorrido por la
consulta de diverso especialistas antes de que les confirmaran que su niño nació
con autismo y que lo padecería toda su vida.
Este golpe de realidad, es sin duda una de las mayores pruebas de valor, fortaleza
y amor a que una madre y una familia pueden ser sometidas,
El Autismo es una condición cognitiva que ha variado mucho en su denominación.
En 1908, el psiquiatra Eugen Bleuler en 1908 utilizó el término autismo para
describir a un paciente esquizofrénico que se había replegado en su propio
mundo. Luego Leo Kanner (1943) y Hans Asperger (1944) hicieron observaciones
clínicas más detalladas y propusieron las primeras hipótesis sobre su causa.
Actualmente se conoce en el medio médico y psicológico como Trastornos del
Espectro Autista o TEA, la cual abarca una amplia gama de cuadros clínicos.
El autismo o TEA, es una condición poco conocida, difícil de diagnosticar y
rodeada de una polémica en cuanto su denominación como entidad clínica.
Estos trastornos se deben a alteraciones en la formación del cerebro, que pueden
ocurrir desde que el bebé está en el útero de su madre, por lo tanto congénitas.
Esta disarmonía generalizada en el desarrollo de las funciones cognitivas
superiores se manifiesta en los primeros 3 años de vida con una constelación de
síntomas de grados variables de intensidad en la afectación de la conducta, que
van desde un cuadro imperceptible, hasta la discapacidad y dependencia total de
la persona que lo padece.
A nivel mundial, la OMS, afirma que uno de cada 160 niños presenta autismo.
Otros centros de investigación estiman que existe 1 caso por cada 68 nacimientos.
Podrían haber hasta 70 millones de personas de diversas edades con autismo ..
Los estudios han revelado que hay 5 veces más hombres que mujeres en esta
condición. Desafortunadamente la incidencia de autismo crece a razón del 17%
cada año, al grado que cada 17 minutos nace un niño con autismo, que suman
más niños con SIDA, cáncer y diabetes juntos.
México no cuenta con datos completos y actualizados, no existe un registro
nominal, pero se estima que al año nacen 29 411 niños con autismo y que en la
población infantil hay hasta 1 con autismo por cada 115 niños sin esa condición.
Por su parte Tamaulipas, con esas mismas bases de cálculo se estima que cada
año nacen hasta 882 niños con autismo y el acumulado en población infantil
puede ser de 8 097 pequeños con este trastorno.
Es evidente que hay un alto número de casos no diagnosticados, ni tratados.
Aunque en nuestro país hay instituciones y asociaciones para personas con
autismo, son aún insuficientes o muy costosas para la mayoría de la población.
En 2007, la Asamblea General de las Naciones Unidas nombraba el 2 de abril
como el Día mundial de concienciación sobre el autismo, «profundamente
preocupada por la prevalencia y la elevada incidencia del autismo en los niños de
todas las regiones del mundo».
Por todo lo anterior en Tamaulipas, las asociaciones civiles que trabajan por los
niños con autismo están realizando diversas actividades de concientización,
sensibilización, educación y organización para impulsar proyectos que construyan
una mejor perspectiva para el diagnóstico, atención, rehabilitación e inclusión
integral de los niños con autismo.
Una de estas actividades son las marchas que en Cd. Victoria se realizaron este 2
de abril, convocadas por múltiples asociaciones civiles que trabajan por sus hijos.
En esta columna las reconocemos y les expresamos nuestra admiración y respeto.
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