ALTAMIRA, TAMAULIPAS, 5 DE ABRIL DE 2021.- Se construyó a la par de una carretera que desvía tráfico pesado hacia el puerto industrial de Altamira en el 2010 con una inversión de 170 millones de pesos fue
inaugurado por el Presidente de México de aquel entonces, Felipe Calderón Hinojosa; solo
se utilizó por algunos meses el llamado y “majestuoso” paso a desnivel realizado por la
constructora TUFESA, ligada al ex senador del PAN José Julián Sacramento.
Varios meses después, comenzó a quebrarse el concreto de la parte superior del puente,
para derrumbarse del lado norte a sur; poniendo en riesgo a los vehículos que transitaban
por el puente, tanto tráfico ligero como camiones de carga pesada.
La administración portuaria integral (API) se vio obligada a impedir la circulación, porque
ocurrirían de accidentes. Y ocurrieron, al edificarse una rúa “provisional” por un costado
del también llamado “puente de la muerte”.
Han pasado casi 11 años después que fue clausurado sin que hasta el momento haya fecha
para su reparación o derrumbe; este 2021, el pasado mes de febrero se anunció por Eduardo
Ramírez, Presidente Nacional de Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción
(CMIC) una inversión aproximada a los 105 millones de pesos para la reparación y
reforzamiento de muros mecánicamente. Pero, el puente sigue igual sin que se inicie algún
trabajo que podría realizarse por empresas locales.
En el 2020, la pandemia detuvo proyectos, inversiones y nos obligó a vivir en
confinamiento casi al 100 por ciento a fin de evitar contagios por el Covid-19 que pese a
ello cobro millones de muertes en todo el mundo.
En ese año, el diputado local Miguel Gómez Orta de extracción panista dijo que “API
Altamira y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes deberían de poner en marcha
algún proyecto que beneficie a miles de usuarios de la carretera federal. Informó en aquella
fecha que el puente roto o puente de la muerte había ya provocado el deceso de poco más
de 26 personas por accidentes automovilísticos.
«El tema del puente roto se ha platicado mucho, se ha buscado el diálogo y presionando, se
ha hecho un exhorto a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y API
Altamira para que ese recurso se aplique en esa obra” y se hablaba de un recurso de 230
millones de pesos que se contaba por parte del Gobierno Federal.
En el 2019, a nueve años de la inauguración del llamado puente de la muerte, el gobernador
panista Francisco Javier García Cabeza de Vaca consiguió que la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT) liberara 250 millones de pesos de un fideicomiso
para la reparación de esa obra. Pero se quedó en las mismas condiciones: sin reparar ni
reforzar muros.
Los conductores han circulado por el acceso lateral de norte a sur, por conducir a exceso de
velocidad y la falta de señalamientos se ha ocasionado innumerables accidentes, volcaduras
y encontronazos entre unidades pesadas y particulares.
A pesar de que existió una demanda de parte de la Administración Portuaria Integral a la
constructora por las fallas de la obra, se resolvió que la empresa sólo repararía una zona
pese a que el daño es general. Pero nada al respecto.
Un periódico nacional publicó el 28 de abril del 2019, que el Municipio de Altamira
solicitó a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que investigue el caso de esta vía
por la cantidad de vidas pérdidas.
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