CD. VICTORIA, TAMAULIPAS, 11 DE FEBRERO DE 2021.- Con sus nuevo 367 mil 770 habitantes según el Censo de INEGI de 2020, el Municipio de Victoria y en especial su capital, requiere con urgencia la construcción de la segunda línea del acueducto «Guadalupe Victoria», que venga a solucionar el grave problema de desabasto.
La primera línea de dicho acueducto, que se inauguró el 1 de junio de 1992 por el Presidente Carlos Salinas de Gortari y el Gobernador Américo Villarreal Guerra, solventó las necesidades de una población de 207 mil habitantes, aportando más de mil litros por segundo, que se agregaron a las aportaciones del acueducto de La Peñita en el sector poniente y el sistema de pozos de la zona norte.
Para atender las crecientes necesidades domésticas de Ciudad Victoria, así como de los sectores comercial a industrial, es importante que se construya la segunda línea del acueducto, para la que ya existe una concesión adicional de agua de 16 millones de litros por parte de la CONAGUA, así como los derechos de vía.
La capital de Tamaulipas requiere de esta importante obra de infraestructura que le garantice viabilidad a sus conglomerados, así como en los aspectos de desarrollo económico e industrial, para que pueda atraer inversiones que le den otro impulso, pues su principal fortaleza, la capitalidad, ya es insuficiente para la subsistencia de su población.
Además requiere de gas industrial y mayor energía eléctrica que puedan apuntalar su desarrollo económico y social.
Especialistas en hidráulica, consultados por éste medio, señalan que ni las obras de sustitución de tuberías añejas en el primer cuadro de la ciudad, el nuevo sistema de válvulas, e interconexión con el acuaférico, serán suficientes, aunque si un paliativo para la severa carestía.
Es momento de retomar el proyecto de la obra que se planteó al Gobierno Federal en 2012 y se contempló entre los compromisos presidenciales de Enrique Peña Nieto, pero que por limitaciones presupuestales y cambio de prioridades se autorizó solamente la construcción del acuaférico.
La viabilidad de la capital de Tamaulipas, el municipio de Victoria y la zona centro de la entidad que interacciona ampliamente con Ciudad Victoria, dependen en gran medida de esta importante obra, que deben considerar los candidatos a diputados federales a fin de gestionarla e incluirla en el paquete presupuestal de los próximos años.
La ruptura de la línea principal del añejo acueducto ocurrida el día de ayer, pone en evidencia la vulnerabilidad de la capital tamaulipeca al desabasto, pues dejó al 70 por ciento de la población sin el vital liquido durante todo el día en el marco de la pandemia más letal de la historia, el COVID-19.
En 1992, cuando se inauguró la obra de la primera línea del acueducto de 52 kilómetros, que comprende la obra de toma, dos plantas de rebomben y una potabilizadora, se informó que tuvo un costo de aproximadamente 86 millones de pesos de aquella época, de los cuales el 70% fueron aportación federal y el 30 % estatal.
Para la urgente segunda línea del acueducto, de acuerdo a estimaciones del sexenio pasado, el costo sería de unos mil 200 a mil 500 millones de pesos.
Esa nueva obra permitiría además aprovecha r de manera eficiente el acuaférico, así como la flexibilidad para rehabilitar la primera línea que está muy deteriorada y requiere mantenimiento correctivo y preventivo.
Para la ejecución de ésta magna obra para la ciudad se requieren no solo autoridades municipales y estatales muy comprometidas con Victoria, sino legisladores federales tenaces que interactúen en las esferas federales, así como un sector empresarial y sociedad interesados y participativos.
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