«Todas y cada una de las generaciones de inmigrantes han fortalecido a nuestra nación; nuestra
diversidad es una de nuestras mayores fortalezas».
Son las palabras que el presidente Joe Biden dedica a través de twitter aquellas personas que
están viviendo inseguridad migratoria.
Con tan solo dos semanas en el cargo, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ya ha
firmado nueve órdenes ejecutivas sobre inmigración. Iniciando el mes de febrero el mandatario
estableció la segunda serie de acciones con las que pretende eliminar las difíciles políticas
antiinmigración que caracterizaron al gobierno de Donald Trump.
Estamos conscientes que las nuevas órdenes no tienen efectos inmediatos, el presidente todavía
tiene más reformas que adoptar y que los cambios tendrán que construirse con el tiempo, debido
a las múltiples restricciones que impuso su antecesor.
Y los cambios ya se están haciendo presentes, se percibe otro ambiente en el gobierno
norteamericano, de entrada el Secretario de Seguridad Nacional, es un hispano Alejandro
Mayorkas; quien se ha convertido en el primer hispano que ocupa ese cargo.
Mayorkas, nacido en La Habana, Cuba, abandonó con un año el país caribeño tras el triunfo en
1959 de la Revolución, liderada por Fidel Castro.
Uno de sus principales retos será llevar a cabo la reforma estrella de Biden: otorgar la
ciudadanía a 11 millones de personas que residen en Estados Unidos y todavía no la tienen.
También liderará el grupo de trabajo que busca reunir a las familias que fueron separadas de sus
hijos durante la Administración Trump.
Biden acompañado de Mayorkas dio algunas declaraciones en la Casa Blanca referente a la ley
de migración: “No estoy haciendo una nueva ley. Estoy eliminando las malas políticas».
Entre las órdenes firmadas destaca una revisión del proceso de asilo en la frontera entre Estados
Unidos y México, así como del sistema de inmigración. La nueva Administración ha creado un
grupo de trabajo para reunir a las familias de migrantes que fueron separadas en la frontera por
la estrategia de «tolerancia cero» impuesta en 2018 por Trump.
El reto es enorme, se cree que 5,500 menores han sido separados de sus padres, muchos niños
ya viven centros familiares o en hogares temporales, y más de 600 no han encontrado a sus
padres.
El demócrata ordenó una revisión a los Protocolos de Protección al Migrante, un programa que
estableció que 65.000 solicitantes de asilo tuvieran que esperar en México para sus audiencias
en tribunales estadounidenses. De esta manera, no se agregará a más personas a este programa,
pero todavía no se ha definido cómo se solucionarán las demandas de los que ya han sido
afectados. Evitando que cualquier extranjero que solicite asilo a Estados Unidos tenga que
esperar la resolución en nuestro país.
Otra de las medidas fue la revisión de la llamada regla de «carga pública» de Trump, que
dificulta que los inmigrantes más pobres obtengan la residencia permanente en Estados Unidos.
Una revisión que según fuentes de la Administración tendría como fin acabar con esta medida.
En cuanto al tema de las vacunas contra el Covid-19, parece ser que hay más mexicanos
vacunados en Estados Unidos que en México, a pesar de todo el alboroto y caos que se ha
vivido últimamente; el presidente ya declaro que no se le va a negar a nadie la vacuna, dando
preferencia a los mayores de 65 años; sin embargo no exigen tener la nacionalidad americana
para aplicarla.
Yo siempre tuve empatía con Biden y lo manifesté en columnas anteriores, desde que era
candidato a la presidencia, había algo en el que me inspiraba confianza; juzguen ustedes
mismos, así cerro su semana: «Vamos a trabajar para deshacer la vergüenza moral y nacional de
la Administración anterior que literalmente, no figurativamente, arrancó a los niños de los
brazos de sus familias»
Parece que empieza a brillar la luz al final del túnel.
Discussion about this post