LO CLARO. Marie Curie, la polaca descubridora del polonio y el radio;
Rosalind Franklin, química británica de gran aporte científico en los rayos X;
María Blasco, que a la fecha es una española comprometida con el combate al
cáncer a través de sus aportaciones en biología molecular.
Son algunos de los miles y miles de ejemplos de empoderamiento femenino en
el espacio de la ciencia y sus contribuciones a mejorar la vida.
México pelea duro en ese renglón e impulsa desde la academia lo que la
Asamblea General de las Naciones Unidas privilegia en su agenda cada 11 de
febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
Así lo comunica la Universidad Autónoma de Tamaulipas que proyecta sendas
actividades en conmemoración, los días 10 y 11 con el evento cibernético
denominado “Mujeres Universitarias en la Ciencia”.
LO OSCURO. Una nota periodística de la que se desconoce la intención de
denostar, apuntaba a la salida de la primera silla de Alemania de la hasta hoy
llamada “La Dama del Mundo” Ángela Merkel.
A pesar de que la citada nota –de origen mexicano- señalaba con entusiasmo
los vítores y aclamaciones de su pueblo a la primera ministra, aún no es tal.
Las cosas ciertas son que sí se reconoce en el mundo a Merkel, tras un
mandato de 16 años para reposicionar no solo a Alemania como una muy
poderosa nación. Casi más que la hitleriana.
Tanto es el liderazgo en la comunidad europea de la Merkel que ya se siente el
vacío inclusive antes de su partida en septiembre próximo, cuando asume la
dirigencia de la Comunidad Europea (tras vencer el término de Merkel) el
francés Emmanuel Macron. Con números malos en el manejo de la pandemia
en comparación a los alemanes.
Sí será recordada y extrañada la figura de la alemana cuya mano dura permitió
hacer de las finanzas austeras de Alemania, un país de alta competitividad y
desarrollo que a pesar de la brutal caída del mundo financiero merced a la
pandemia COVID-19, Alemania apenas habría retrocedido un 5% en
comparación con su más cercano país líder (Francia, 8,3%).
Pocos líderes del mundo podrán darse el lujo de salir no sólo por la puerta
grande al término de su gestión, sino que sean recordados con cariño y
nostalgia por sus gobernados. Merkel, sin duda.
¿Acá? Bueno… el que se ríe se lleva.
La historia de nuestro país –México- reconoce casi unánimemente a Benito
Juárez como el mejor presidente de la república.
Las corrientes detractoras sin embargo hacen hincapié en muchas cosas
‘humanas’ que bajan de ese pedestal al patricio.
Así como la cruzada indigenista que encabezaba Maximiliano de Habsburgo y
que Juárez no consideraba en ninguna parte de sus políticas públicas. O los
tratados firmados en lo oscuro con el gobierno norteamericano a cambio de
recursos y armas para combatir al enemigo francés.
En cambio, sí ensalza la memoria nacional a Lázaro Cárdenas del Río. Tata
Lázaro.
Más allá de la nacionalización de la industria petrolera y el impulso a la
industria eléctrica, “Tata Lázaro” llevó a cabo el mayor reparto agrario y la
creación del ejido social en el campo mexicano.
Era una visión de estadista la del Premio Stalin de la Paz 1955, por encima de
intereses partidistas o de perpetuarse en el poder, como pretenden en la figura
de sus sucesores los mandatarios en la historia nacional.
Aún no es superado Cárdenas y la memoria inmediata –con la ayuda de las
redes sociales- acrecienta odios y rencillas hacia quienes gobiernan.
Se ve difícil una Merkel para México. Un mandatario que al dejar el poder tenga
la satisfacción del deber cumplido y sea recordado como un buen líder.
COLOFÓN: Seguramente Trump tendrá un rancho -similar al de Tabasco- a
donde ya descansará de la ajetreada vida de los pasados cuatro años en la
memoria estadunidense…
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
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