LO CLARO. 9 millones de mexicanos dedican sus esfuerzos y su vida a
atender una de las ramas productivas que –a pesar de la pandemia- impulsan
la economía mexicana.
El turismo es una de las principales actividades de desarrollo sostenido y
contribuyen con el 9 por ciento del PIB nacional, que en términos de pesos y
centavos y a razón de 288 mil millones cada punto de PIB. Significa la friolera
de 2.6 billones de pesos que derrama el sector turismo.
Derivado de lo anterior, la Universidad Autónoma de Tamaulipas firma sendos
acuerdos de colaboración con los empresarios del sector hotelero en el sur del
estado, para formar a los profesionistas del ramo que atenderán la demanda y
apoyarán al crecimiento de este importante renglón económico de México.
LO MUY OSCURO. Para empezar ‘el filoso 2021’. ¡Arrancamos!
Hoy el tema a tratar implica a la iglesia como institución.
Que no como dogma de fe, que es tan respetable y necesaria en estos
momentos de sufrimiento de la humanidad, que necesita consuelo y
acompañamiento para salir delante de tan agobiante etapa de aflicción
derivado de la pandemia mundial.
La iglesia en México habría sufrido hasta hoy dos tremendas épocas de
persecución desde el poder gubernamental. Que han marcado su permanencia
y en esta ocasión –la tercera- amenaza con mayor severidad la inmunidad de
su infraestructura.
Tampoco es la ocasión para enaltecer símbolos gubernamentales ni colores
partidistas por su buen actuar. Ese es su trabajo.
La condicionante de lo expuesto en este espacio, es respecto a las
instituciones que retoman un encuentro y desencuentro frontal. Iglesia y
Estado.
En aquella primera ocasión los bienes seculares, la educación y el registro civil
les fueron requisados bajo la Ley Lerdo promulgada durante el periodo juarista.
El segundo encuentro, el gobierno de Calles sacudía a la iglesia bajo aquella
guerra cristera que limitaba la participación de la iglesia en la vida pública, al
amparo de la llamada Ley Calles.
Modificaciones a la Constitución y al Código Penal de 1926 impedían el libre
culto y que los sacerdotes transitaran con sotana entre otras cosas.
Esta tercera guerra pone contra la pared no a los creyentes, sino a quienes
administran la fe.
Entre las décadas de los 70 y 80’s, México particularmente mantenía una
preminencia de fe mediática, al ser el dueño de la principal cadena de
televisión en el país, un ferviente católico que impulsaba la figura del Santo
Papa en los primeros lugares de rating de televisión abierta. México… siempre
fiel.
También con esa popularidad, las fuerzas oscuras se vieron tentadas a ‘mover
sus hilos’ hacia el interior de las recaudaciones religiosas que compraban
entonces, buenas intenciones seculares.
Se especuló derivado de lo anterior, que el alto clero bautizaba pistolas y
motivo de esto un obispo fue ‘confundido’ en un fuego cruzado en los 80’s en
un aeropuerto de la Perla Tapatía.
Hoy de plano “les cayó el chahuistle” (frase autóctona que se relaciona con una
enfermedad u hongo que mata a la planta del maíz. De nada).
La Unidad de Inteligencia Financiera UIF dependiente de la Secretaría de
Hacienda federal es un organismo que entre sus funciones detecta los
movimientos de unidades económicas y el traslado de dineros mediante la
compleja red de investigación que le es conferida para descubrir lavados de
dinero y desviaciones del mismo.
Los ‘prestadores de servicios de fe’ –iglesias, cultos- son identificados por la ley
como Organizaciones Sin Fines de Lucro OSFL.
Derivado de su función es entendido que no representan ninguna acumulación
de riqueza ni bienes, pues su ocupación específica es otra.
Pero la UIF no creyó lo que los representantes divinos declaran y les ha
encontrado en varios supuestos de comisión de delitos fiscales y operación con
recursos de procedencia ilícita.
Derivado de que las OSLF son muy poco supervisadas, ya se catalogan como
uno de los paraísos fiscales al detectase cambios en cantidades significativas
de recursos hacia y desde personas morales ajenas a su objeto social.
Transferencias internacionales hacia destinos ‘tipo islas caimán’. Recepción de
pagos de intereses por inversiones cuantiosas en instrumentos de bolsa.
Pago de servicios de muy alta denominación, tarjetas de crédito, vehículos
blindados que no le serían acordes a la actividad de salvar almas.
En otras palabras, no tributan al estado, entendiendo que ellos solo tributan al
ser celestial. “Duty free”.
Seguro no recibirá este gobierno indulgencias divinas, pero es una acción que
seguro impactará positivamente a una mejor sociedad.
Con orden recaudatorio donde todos paguen, en beneficio no de los más
pobres…sino de todos por igual.
COLOFÓN: Ahora sus pecados llevan IVA. Acuérdese antes de cometerlos. Y
serán observados por la UIF…
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
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