Ayer, en este mismo espacio señalé del mensaje a México y Brasil que hizo la
Organización Mundial de la Salud (OMS) vía su director general, Dr. Tedros Adhanom
Ghebreyesus, en relación al tema del COVID-19.
En pocas palabras el titular de la OMS dijo a los dos países que “…deben tomar el
tema de la Pandemia, más en serio…” precisamente por el número tan alto de contagiados y
fallecidos.
La crítica fue abierta y muy directa, pero por desgracia, pese a que el mensaje se hace
en la celebración del segundo año de gobierno del presidente Manuel López, ni él ni el
gabinete de salud se inmutaron, aunque el subsecretario de Prevención y Promoción de la
Salud, Dr. López Gattel intentó culpar a la prensa nacional de extra dimensionar la
información.
También el Subsecretario, con funciones de súper secretario de salud, trató de desviar
la atención cuando dijo que la crítica era para todos y no solamente para las autoridades, lo
cierto es que el biólogo etíope aseveró que con la actitud indolente de funcionarios que no
quieren usar cubre bocas propician que la población ignore esta recomendación para evitar
la propagación y el deceso de la gente por el coronavirus.
El lector pudo comprobar en los hechos del consejo del Instituto Nacional Electoral,
cuando el representante del Partido del Trabajo, se negó a usar el cubre bocas, motivo por
lo que la sesión tuvo que suspenderse.
Es una constante que en la conferencia Lagañera del presidente y en las giras de
trabajo se presente sin cubre bocas, dice que guarda la ‘sana distancia’ pero es evidente lo
que podemos observar en los videos de la prensa nacional.
Manuel López sigue con lo mismo de siempre ‘que la pandemia del coronavirus está
controlada… la situación no es grave porque no están saturados las clínicas y hospitales con
pacientes del coronavirus, pero sobre todo que no usará el cubre bocas.’
En su ‘Informe’, por desgracia, el presidente López intentó aminorar el impacto
mediático sobre la crítica del biólogo Adhanom, destacando que cumplió con los 100
compromisos que hizo durante la campaña presidencial, además de que México será uno de
los primeros países en tener la vacuna en contra del coronavirus.
El presidente Manuel López debiera reconocer que la estrategia mexicana contra del
coronavirus es un fracaso. Pese al papel nada relevante del doctor López-Gatell Ramírez,
quien se ha destacado con su cantinflesca expresión para intentar ocultar la crítica situación
a ojos vistos de México y del mundo.
En un giro de tema, le comento que el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, anunció
que el Comité Estatal de Salud, plantea la posibilidad del regreso a clases presenciales a
finales del próximo enero, particularmente se señala el lunes 25, aunque reconoció que el
retorno a las aulas no será obligatorio.
La condicionante para que este hecho se opere, es que los padres de familia estén de
acuerdo, «…habrá la alternativa, a solicitud de la familia, de que la educación siga
impartiéndose a distancia para que los infantes puedan continuar en casa…» dijo el
gobernador Alfaro.
El ejecutivo de Jalisco declaró ante la prensa nacional “…se busca ‘saltar’ las
primeras semanas del 2021, sobre todo porque son las más frías y con alto riesgo sanitario
para alumnos y profesores.”
El gobernador Alfaro expresó que «Cada decisión que tomemos debe hacerse con
sumo cuidado, con capacidad para ir evaluando los resultados de las decisiones y tener la
capacidad de ajustar, de ser necesario, las líneas de acción que se van definiendo en el
camino… Sabemos del daño emocional que ha significado para los niños y jóvenes el haber
dejado de asistir a las aulas, creemos que la salud emocional de niñas y niños es una
prioridad para Jalisco», señaló el mandatario estatal.
«Hoy necesitamos más que nunca, a los maestros de todos los niveles escolares,
nuestros niños, adolescentes y jóvenes los necesitan», expuso el gobernador Alfaro, quien
también comentó que el 11 de enero próximo, se presentará el análisis de la Mesa de
Salud para saber si se regresa el día propuesto.
Finalmente se supo que los números sobre los fallecidos por el COVID-19 señalan
que hasta ayer, 1 de diciembre, han muerto 49 profesores que estaban activos, número alto,
considerando que son dos más que el personal médico en Jalisco.
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