Las langostas es uno de los crustáceos más exquisitos, con los que cuenta la
comida marina, sus precios en algunas partes del mundo, dependiendo el
origen, pueden llegar a valer los más de 150 dólares. Pero eso lo escribo
como dato para la cultura general. Porque el ejemplo va más allá del precio y
manjar del suculento platillo.
Resultada que para que las características de sabor y consistencia, no se
pierdan, la langosta se pone en agua fría, y se les puede ver vivas en los
restaurantes de postín, para su preparación se arrojan vivas al recipiente,
pero con el agua fría, para que el crustáceo no sienta el choque termal; y no
haga aspavientos, además de que conserve todas sus propiedades a la hora
de cocción, es decir lentamente y sin darse cuenta el agua fría empieza a
calentarse, y ya cuando está caliente, la langosta, ninguna oportunidad de
defensa, porque su muerte fue lenta y segura.
En México, esta fábula debería de servir, para analizar la crisis que vivimos,
económicamente esta recesión, aunque el presidente se niega aceptarlo, su
orgullo, y anuncio en el segundo informe, fue que, los migrantes mandan más
remesas, más billetes verdes, como si esto fuera un orgullo y acción que
correspondiera al gobierno, nada de eso, esto es totalmente falso, pero el
gobierno de la 4T, insistentemente menciona la remesas, como un éxito de
su gobierno.
El desempleo si bien es cierto ha ido a la alza, aún no representa un costo
político peligrosos, porque las burocracias estatales, municipales y federales,
han sufrido poco en despidos y reciben su sueldo íntegro, además maestros y
otros profesionistas ligados a la educación, de igual forma cuentan con su
ingreso.
Los negocios crecientes, como los de mensajería, ventas por internet,
ferreterías, clínicas, funerarias, fruterias, supermercados, y todos los
negocios esenciales, han subido sus ganancias, por la pandemia de covid-19.
Pero el dinero se acaba, el presidente Trump, apoyo a los ciudadanos con
cheques de 1000 dólares o más; a las empresas y bancos, pero eso es otro
boleto, el anda en plena campaña de reelección, lo interesante sería ver qué
pasará después del martes de noviembre, día de le elección presidencial en
Estados Unidos. Y estar preparados para los rebrotes del coronavirus en
otoño e invierno.
El desempleo real aún no es cuantificable, no se sabe aún cuántos changarros
quebraron, cuantos comerciantes de calle, ya no podrán seguir su actividad,
cuántos profesionistas estarán buscando otras opciones, cuantos
emprendedores dejaran sus sueños, y todo esto lo sabremos una vez que las
aguas bajen su nivel, y cuando el agua este hirviendo la langosta estará lista
para ser degustada en platillo exquisito.
En México, como las langostas aún estamos en el agua fría, el mechón está
encendido y el agua poco a poco empieza a calentarse, el presidente sigue en
su afán de ser el mesías, del ser el mejor gobierno en el peor momento,
esperemos tenga razón, por el bien de todos los mexicanos. Porque lo que
viene nos para emprender el vuelo, a sabiendas que el águila nacional, ha
sido desplumada.
Al tiempo.
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