Por tradición oral nos hemos enterado de usos, costumbres y diversiones de los
ocampenses y al parecer eran muy limitadas, aunque solemnes, las ocasiones en
que los pobladores de Ocampo, Tamaulipas, echaban sus penas al viento, para
disfrutar la alegría propia de los mexicanos.
A inicios del siglo 20, entre las fiestas y celebraciones con más arraigo, destaca en
primerísimo lugar, la dedicada a honrar a “Santa Bárbara”, patrona de los
ocampenses, los días 3 y 4 de diciembre de cada año, con peregrinaciones, danzas,
misas, confirmaciones y bautizos.
Con igual solemnidad se rememoraba el viacrucis, de la vida, pasión y muerte de
“Cristo” en Semana Santa y otros eventos propios de la cuaresma, como hacer visita
especial a la “Virgen del Contadero”, en donde llegaron a concentrarse hasta 15 mil
peregrinos, muchos arribaban de lejanas regiones del país.
Entre las conmemoraciones cívicas señalamos el 16 de Septiembre, “Día de la
Independencia Nacional”, con desfiles, carros alegóricos, bailes populares, etcétera,
el “20 de Noviembre”, día en que se honra el inicio de la “Revolución Mexicana” y el
21 de Marzo, “Natalicio de Benito Juárez García”, Presidente de México.
Por supuesto, que también había eventos familiares como bodas, bautizos,
quinceañeras, cumpleaños y velorios, donde se daba un derroche de alegría o de
tristeza, acompañadas de la comida y de la música tradicionales de esta región
huasteca, además de la celebración del “Día de la Madre” y del “Día de Muertos”.
En los años cincuenta surge una “Revolución Educativa” en Tamaulipas, promovida
por el Gobierno del Estado, encabezado por Horacio Terán Zozaya y Norberto
Treviño Zapata, pero especialmente por el director de Educación, profesor Mario
Aguilera Dorantes, quien radicó un tiempo en la entidad.
Dicho movimiento educativo consistió en la introducción de rondas y juegos
tradicionales, con el fin de estimular el aspecto lúdico, el sentido estético, hábitos
de higiene, espíritu de colaboración y disciplina del alumno, promoviendo concursos
estatales, en los que Ocampo obtuvo resonantes triunfos.
En esa época un grupo de inquietos ciudadanos nativos de “El Vergel de
Tamaulipas”, deseosos de abrevar otras costumbres y culturas, se dio a la tarea de
organizar el carnaval de Ocampo, idea que se arraigó con relativo éxito y vino a dar
otra faceta a la diversión y esparcimiento familiar.
Entre los promotores de este proyecto anotamos a Juan Lara Obregón, a sus
hermanos Antonio y Andrés, Teódulo García Munguía, Manuel Pineda, Romualdo
Castro y José Molina, entre otros, desgraciadamente, la falta de recursos ocasionó
que dicha fiesta desapareciera.
El profesor Noé Báez Coronado, promotor cultural reconocido a nivel nacional,
comenta que en el R. Ayuntamiento presidido por Vicente Guerrero Sánchez (1999-
2001), fungió como Director de Educación y Cultura, y con el deseo de impulsar la
diversión sana y la convivencia familiar, pensaron en rescatar el carnaval Ocampo.
El primer carnaval de la nueva época, se celebró en el mes de febrero de 1999, el
martes de carnaval, que es precisamente un día antes del miércoles de ceniza, para
muchos esta parecía ser una idea inverosímil, pero el carnaval Ocampo llegó para
quedarse y a la fecha se ha celebrado durante 21 años, de forma ininterrumpida.
Báez Coronado refirió “que el primer carnaval fue muy sencillo, participaron sólo dos
comparsas, una de la Casa de la Cultura y otra de la escuela primaria Cuauhtémoc,
tres carros alegóricos, uno de la Casa de Cultura y dos del jardín de niños Leona
Vicario, de tal manera que la duración fue de una hora”.
En ediciones posteriores se integraron más comparsas, más disfrazados y más
carros alegóricos representativos de escuelas locales y es en el periodo de gobierno
de Francisco Escobar Rosales (2002-2004), cuando la convocatoria se abre a la
sociedad civil, incrementado notablemente el número y la calidad de participantes.
El carnaval 2020 se celebró durante 3 días donde participaron 20 comparsas y 60
carros alegóricos, y más de 50 disfraces individuales, donde los actores hicieron
derroche de su talento y creatividad, destacando entre otros el disfraz del COVID19, quien no ganó, empero le dio la vuelta al mundo en los medios de comunicación.
Actualmente el pueblo de Ocampo ha agregado a su diversión una serie de eventos
donde disfruta el solaz y el esparcimiento. Hablando del carnaval, el profesor Noé
Báez dice: “Carnaval es fiesta pura, chicos y grandes divierten, es tradición que
perdura para gozo de la gente”, concluyó.
Facebook: olimpobaezcedillo Twitter: @guiadelbien
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