“¿Así que creéis que el dinero es el origen de toda maldad? (Francisco
D’Anconia)” La rebelión de Atlas. Ayn Rand
LO CLARO. Es destacable que las autoridades de todo orden reconozcan y
promuevan las buenas acciones que se fomentan en beneficio de la sociedad.
Pero lo es más, el que la sociedad haga tal distinción.
La Asociación de Mujeres Profesionistas de Reynosa A.C. hizo un
encomiástico distintivo en honor a la académica profesora Karla Villarreal
Sotelo de la Universidad Autónoma de Tamaulipas UAT, como Mujer
Profesionista del año 2020.
En virtud de su trayectoria y sus aportaciones en el campo de la investigación
científica en materia de criminología, justicia y migración entre otras.
Sigue dejando huella el empoderamiento de las damas.
LO OSCURO. “El dinero es la forma material del principio que los hombres
desean tratar entre sí, deben hacerlo por intercambio y dando valor por valor.
El dinero no es el instrumento de mendigos que claman tu producto con
lágrimas, ni el de saqueadores que te quitan por la fuerza. El dinero lo hacen
posible solo los hombres que producen…”
Hasta aquí, una parte del discurso dentro de la novela de ficción ‘La Rebelión
de Atlas’, escrita por la norteamericana Ayn Rand entre los años 1946 a 1957.
En esencia, la escritora detalla la predominancia del gobierno en todo el
sistema de producción de los EE.UU, donde el excesivo control violentaba
hasta experimentar catarsis a la sociedad de la narración.
Ese intervencionismo asfixiante hacía dividir a la nación en dos clases, donde
los dominados (capitanes de empresas) protestaban en favor de incentivar la
producción como motor de desarrollo y buscando menos actuación sobre
regulada de los entes políticos.
Que hubiera menos presencia de gobierno y más sociedad activa, era la
contrapropuesta.
La novela tardó diez años en ser pensada escrupulosamente y ver la luz, por la
filósofa que veía el decadente entorno que prevalecía tras el paso de la
desastrosa Gran Depresión económica de aquél país.
Ciencia ficción pura…
El embate económico que asesta a todos los sistemas productivos del mundo,
no deja fuera de ese escenario a México.
El azote de la enfermedad COVID19 que vislumbra un reacomodo de la
situación que mantenía México hasta el año 2019, normalizando su paso a
mediados de 2025 es un asunto no menor que debe ser observado.
Pero emular a la Rebelión de Atlas, es referente a indicadores que señalan un
marcado distanciamiento entre las dos clases que la novela (ficticia, repetimos)
enfatiza.
A pesar de los mensajes y adjetivos con que el mandatario del vecino país del
Norte arremete vía twitter, donde argumenta que (sic) “Eliminará la visa a todos
los políticos corruptos” (para ingresar a suelo norteamericano).
Ya podrá imaginar la temblorina política que suscitó tal amague.
Aún y contra las asperezas entre gobiernos y gobernados, triunfa y sobresale
para bien del entorno humano, el factor productivo.
De enero a julio del presente catastrófico año, México registra un superávit
económico de 8 mil 547 millones de dólares. Donde imperaron el sector
agropecuario, la producción extractiva y las exportaciones. (Fuente INEGI).
Una recuperación lenta y paulatina apoyada principalmente en el sector
automotriz, donde debe quedar en claro. No fue gracias al verde ecologista,
PRD ni ningún otro color de partido ni político alguno.
Enfatiza Rand “¿Has indagado alguna vez el origen de la producción? Mira un
generador eléctrico y atrévete a decir que fue creado por el esfuerzo de brutos
insensatos. Intenta hacer crecer una semilla de trigo sin el conocimiento que te
dejaron los hombres que tuvieron que descubrirlo por primera vez. (.) ¿Pero
dices que el dinero lo hace el fuerte a expensas del débil? ¿A qué fuerza te
refieres? No es la fuerza de armas o de músculos la riqueza es el producto de
la capacidad del hombre de pensar”.
Salomón fue el último monarca del Reino Unido de Israel. El rey sabio. Gracias
a la prudencia y razón con que gobernó por 40 años logró impulsar las
relaciones comerciales de sus gobernados al grado de expandir sus fronteras
en pos de buscar la paz y dicha de quienes en el confiaban. Poco gobierno y
mucha sociedad
COLOFÓN: El libro de la rebelión de Atlas y la Sagrada Biblia, quizá tengan
algún elemento en común… la ficción. O no.
alejandrodeanda@hotmail.com
@deandaalejandro
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