Uno de los temas de vital importancia para los ciudadanos y gobernables, que
causó impacto adverso con la contingencia sanitaria, al igual que la salud y
economía sin lugar a dudas es el rubro de la justicia.
Bien reza un dicho: “Si no hay salud no hay nada” por lo que habiendo salud, todo
lo demás encuentra acomodo. Pues ahí tiene usted estimado lector que desde el
18 de marzo que se decretó la pandemia por SARS CoV-2 (Covid-19) con ello
también la paralización de las funciones de los Poderes Judiciales.
No es que la Diosa Themis, se fuera de vacaciones, sino a su casa todos los
servidores públicos de las instituciones jurisdiccionales de todo el país, debido al
peligro de contagio.
Así, a más de 4 meses de suspensión de actividad judicial y con lo que esto ha
implicado en detrimento de los justiciables, por la inactividad procesal, los
asuntos se detuvieron, causando un vacío en la delicada labor de decir el derecho
y aplicar justicia a los casos concretos. Delicado en verdad este asunto.
Sin embargo quienes más resintieron esta situación también hay que decirlo es la
clase litigante, o sea los abogados quienes se dedican por cuenta propia al manejo
y trámite de asuntos jurídicos, por ende como cualquier otro trabajador se vieron
afectados además en el bolsillo y trastocando seriamente su economía familiar.
Estas reflexiones vienen a propósito de la reanudación de la actividad
jurisdiccional apenas este 3 de agosto, tras el respectivo acuerdo tomado por el
Poder Judicial de los Estados, y que, en el caso de Tamaulipas, se ha anunciado la
reanudación de labores, anote usted bien: en línea.
Pero ¿Sabe Usted en qué consiste la Justicia en línea?
Bueno, se refiere a la virtualidad de ciertos actos procesales, desde presentar una
demanda, hasta producir una contestación, vía digital, complementándolo con un
mecanismo de buzón de recepción física, sin contacto personal con las partes, a
excepción de que se trate de actos que estrictamente lo requieran y con la
autorización del Juez.
Así se contempla un Tribunal electrónico, que aunque ya estaba en operación
antes de la pandemia, se usaba de una manera mínima, acorde a la costumbre de
acudir personalmente a los tribunales, por lo que la “nueva normalidad” trae
consigo la justicia muy a tono de las circunstancias del distanciamiento social que
se nos exige hoy día a la población como medida para la prevención de salud, para
evitar enfermarse por el coronavirus.
De esta manera, la justicia ahora regresa y lo hace en línea, y aunque el acuerdo
que prevé esto, dicta que a partir del 3 de agosto y hasta el 31 de dicho mes,
creemos que este sistema será el que en adelante prevalecerá, por lo que nos
conviene a todos prepararnos en este sentido.
Luego entonces sería bueno, que los operadores del derecho, abogados y
autoridades, se continúen actualizando en tecnologías de la información,
reestructurando sus equipos con dispositivos y tecnología avanzada que permita
por lo pronto, el desarrollo de las audiencias y las videoconferencias permitidas
hasta el momento para diligenciar los procesos pendientes.
Que la justicia sea pronta y expedita, como uno de los principios rectores en la
impartición y administración por parte de los tribunales y juzgados, se encontró
así con una barrera infranqueable en pleno siglo XXI: La salud pública.
Esto nos trae como reflexión, la importancia de estar preparados siempre para lo
imprevisto, para contar con las herramientas y metodologías, así como
protocolos de actuación para hacer frente en este caso en el área de la justicia, a
los vaivenes de la realidad cada vez más impredecible.
Por su parte los justiciables, y abogados incluidos han ´alzado las manos al cielo´,
por la apertura de nueva cuenta de los tribunales y juzgados, donde tenían casos
en trámite, que finalmente a partir de este lunes, reinician a través de la
computadora.
Desde luego, habrá muchos aspectos y formalidades que acorde a la legalidad de
los procedimientos, tendrán que llevarse a cabo en forma personal, por lo que la
virtualidad tampoco es absoluta en la “nueva normalidad” es decir presenta
limitaciones, que muy seguramente en marcha podrán ir resolviendo los
jugadores e impartidores de justicia.
Por lo pronto, los ciudadanos y justiciables cuentan hoy con una muy buena
noticia: La justicia regresa en línea.
La autora es Máster en Derecho Público. Egresada de UAT- UANL. Abogada, Ex
Catedrática, Escritora y Conferencista. Fundadora de Vive Mejor Ciudadano A.C.
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