Cd. De México, 24 de Julio del 2020.- Se trata de una palabra de amplio uso en México. Acá no hay fiestas familiares, ni fines de semana, sin caguamas: esa presentación gigante en la que cabe cerca de un litro de cerveza.
Las venden lo mismo en expendios populares, que en cantinas y ahora, gracias a una reinvención de gran aceptación entre los millennials, también en restaurantes de ambiente desenfadado.
Es 1960, en Monterrey, Nuevo León. En aquel tiempo la Cervecería Cuauhtémoc, mediante su entonces marca estrella Carta Blanca, lanzaba al mundo la primera caguama.
Se trataba de un envase con el contorno de la caguama que sabemos que tienes en mente, con 940 mililitros de líquido espumante por dentro. La caguama, pensada como una versión en tamaño familiar para compartir en casa, se popularizó de una forma que sus creadores nunca imaginaron.
Ahora, otras marcas de cerveza cuentan con esta presentación. Tienen más o menos mililitros, pero todas rondan la capacidad de un litro de cerveza. Sus nombres, claro, han sido modificados a los de “caguamón”, “ballenón”, “mega” o simplemente “familiar”.
A pesar de todo, de forma genérica se les conoce a todas con el nombre fundador de la tendencia: caguama.
Existe también una teoría que hace una asociación entre la forma de llamar a estas cervezas gigantes y una especie de tortuga que lleva el mismo nombre. Se trata de la caguama, Caretta caretta o tortuga boba, que habita en el Atlántico, Pacífico, Mediterráneo y Océano Índico. Este animal tiene piel blanca y un caparazón café claro. A eso es que quizá se deba la traslación de su denominación a la cerveza de mayores dimensiones en México.
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