CIUDAD DE MÉXICO, 5 de Julio de 2020.- La Arquidiócesis Primada de México llamó a la sociedad en su conjunto a practicar «un buen ejercicio democrático» a través del diálogo y el respeto con el propósito de mejorar aciertos y corregir errores en todos los niveles.
Al respaldar la posición de todos los obispos del país en la que hace un par de días dejaron de manifiesto su preocupación por los enfermos, los millones de pobres en aumento y el fortalecimiento de la democracia en el marco de la pandemia por el Covid-19 en México, la Arquidiócesis recordó que el Episcopado Mexicano también es la voz del pueblo y sabe de sus preocupaciones y por ello lo abraza en su dolor.
«Mirando con objetividad y sin ánimos excluyentes, constatemos que la voz del Episcopado Mexicano no es la de una organización extranjera o la de un grupo elitista con intereses muy particulares, mucho menos la de alguien que busca confrontaciones inútiles ni de quien anhela un poder temporal: ellos también son voz del Pueblo que presiden y que vive en este suelo tan amado que es México», destacó este domingo en su editorial el semanario católico Desde la Fe.
El mensaje de la Iglesia católica consideró que ante la situación actual son cuatro las preocupaciones principales de los mexicanos: pandemia, economía, educación y violencia.
La respuesta a esas inquietudes, advirtió el editorial, llevará más tiempo del deseado porque no basta con buenas voluntades, por ejemplo, para disminuir la violencia en el país.
«Desde la Arquidiócesis de México por supuesto que retomamos y reiteramos la necesidad de todos los ciudadanos en este 2020 y sin perder de vista los años siguientes, pues ni la pandemia será breve, ni la recuperación económica será fácil, ni la educación se concluye con el ciclo escolar, ni la violencia se acaba con solas buenas voluntades, ni la democracia ha llegado a la madurez y estabilidad que deseamos», señaló el mensaje de la Arquidiócesis.
El editorial hizo votos para que la democracia crezca hasta convertirse en una «cultura accesible y omnipresente» en la vida cotidiana y familiar en la sociedad; es decir, que no se quede solo en el esquema político sino que se busque el bien común a través de la participación con respeto y buenos valores.
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