Teóricos, analistas y operadores de territorio de los partidos PAN, PRI y Morena, realizan cálculos y elaboran hipótesis respecto al escenario de oportunidades que les plantea la elección concurrente del 2021, pues el resultado que arroje incidirá decisivamente en el panorama de corto, mediano y largo plazo.
De lo que digan las urnas el 2021, dependerá el futuro político de Tamaulipas, el 2022.
Más concreto:
Si Acción Nacional refrenda en 2021 su calidad de partido mayoritario en la próxima legislatura, casi podría asegurarse [recuerde que la política no es una ciencia exacta, sino una técnica de la aproximación], que el PAN ganará otra vez la gubernatura el 2022.
Pero si la siguiente mayoría en el Congreso local no resulta azul, sino guinda, es muy probable que el próximo gobernador sea de Morena, y no de Acción Nacional.
Por su parte, para el 2021, quizá el PRI espere a que la dinámica política nacional dé un giro, para luego determinar su política de alianzas.
¿Con Acción Nacional?
¿Con Morena?
El escenario político en Tamaulipas apunta a que el PRI haría alianza con Acción Nacional, pero esa posibilidad depende de curso que tomen en un futuro cercano los diálogos que sostienen en México los líderes nacionales de esos partidos.
Aunque aquí en cortito, por afinidades ideológicas y cercanía geométrica, parece que al PRI se le facilitaría más aliarse con Morena, habida cuenta de que sus mejores ‘cuadros’ en el estado desertaron en esa dirección.
La prueba nos la dan el Senador AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, bien perfilado ya hacia la candidatura guinda a gobernador el 2022, y el tres veces diputado local del PRI FELIPE GARZA NARVÁEZ, Delegado de SeGob del Gobierno de la 4T en Tamaulipas, y quien es sin duda la mejor ‘carta’ de Morena para la presidencia municipal de ciudad Victoria.
Quiero decir: la política de alianzas querrá decir mucho en la elección del 2021, pues aunque aparentemente Morena carece de liderazgo, base militante, ‘cuadros’ y operadores políticos en Tamaulipas, algo indica que podría sentirse en territorio un “manotazo” desde el centro, que altere el orden de los factores y [re]posicione a los candidatos de Morena.
El hecho de que el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR también esté arriesgando en 2021 la mayoría de su partido en la Cámara de Diputados, -y con ello la hegemonía de la 4T en muchos aspectos fundamentales de la vida nacional-, indica que el Presidente de la república No-Solo-Será-Un-Vigilante de la próxima elección, como lo advirtió desde su tribuna mañanera, sino que se convertirá también [como de hecho lo es cada vez que toma el micrófono en sus conferencias], en el principal activista político rumbo a la próxima cita ciudadana con las urnas.
Bajo esa percepción, PAN y Morena preparan su mejor salto hacia el 2021, pues además de los Ayuntamientos, los Congresos locales y la mayoría en la Cámara de Diputados, se elegirán también 15 gubernaturas.
Es decir, no creo que sea un exceso afirmar que el 2021 se estará jugando también la Sucesión Presidencial del 2024, pues quien gane la mayoría en la Cámara baja del Congreso de la Unión y la mayoría de las gubernaturas, llevará mano rumbo a la elección presidencial que viene.
De ahí que el gobierno de la 4T no se ande con contemplaciones, pues las grandes reformas constitucionales que ha realizado el gobierno obradorista, apuntan a que Morena y su Nomenklatura se proponen gobernar al país en, por lo menos, un sexenio más.
… Y quizá también el que siga.
Por lo pronto, parece que el líder del Senado RICARDO MONREAL ÁVILA, un político de amplio ascendente sobre los grupos tamaulipecos, gana terreno frente a su otro adversario presidencial, MARCELO EBRARD CAUSABÓN, pues el ex gobernador zacatecano pertenece al grupo de los Moderados y su espíritu conciliador choca con los Radicales, de “mecha corta”, con quienes se identifica el carnal MARCELO.
ALIANZA DE GOBERNADORES
COMUNICADO
“Hacia un nuevo federalismo”
Los gobernadores de la Alianza Centro Bajío Occidente y la Alianza Federalista (Aguascalientes, Chihuahua, Coahuila, Colima, Durango Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nuevo León, Querétaro, SanLuis Potosí y Tamaulipas) celebraron la primera reunión virtual de trabajo conjunta para abordar el estado actual de la crisis sanitaria generada por la COVID-19 y sus efectos económicos y sociales.
Durante la reunión, los gobernadores acordaron intensificar la coordinación de esfuerzos para proteger la salud de los ciudadanos y reactivar, en el corto plazo, la economía de las regiones.
Los gobernadores compartieron su preocupación por el hecho de que el sistema federal no haya podido articular una respuesta coherente para hacer frente a la crisis de la COVID-19 y la ausencia de un plan integral de impulso a la economía, al que concurran la Federación, las Entidades Federativas y los sectores económicos y sociales del país.
En ese sentido, los gobernadores expresaron la importancia de avanzar hacia un nuevo federalismo cooperativo y responsable, es decir, a un nuevo modelo de descentralización articulado a partir de atribuciones, responsabilidades y deberes claramente delimitados, que permita el fortalecimiento de las capacidades locales y que multiplique los esfuerzos institucionales para detonar el desarrollo sustentable con un enfoque regional. Este nuevo federalismo permitirá aprovechar al máximo las oportunidades de la entrada en vigor del T-MEC, acelerar la recuperación económica del país, fortalecer las finanzas públicas y promover la inversión público-privada en infraestructura y en servicios públicos.
Tras compartir los datos prospectivos de la economía y el impacto en la inversión y el desempleo provocados por la pandemia, y hacer un balance de las medidas tomadas por los gobiernos estatales, se hizo énfasis en las distorsiones vigentes del Sistema de Coordinación Fiscal y el trato inequitativo de que reciben las Entidades Federativas, sobre todo ante la caída inevitable de la recaudación federal participable; de la reducción del gasto federalizado; y de la centralización de recursos por parte de la Federación.
Los gobernadores hicieron hincapié en que la condición necesaria para renovar el federalismo mexicano es un nuevo Pacto Fiscal, más justo, equitativo y, sobre todo, sensible a las particularidades de cada polo regional según sus vocaciones de crecimiento y competitividad.
En ese sentido, los dos bloques de gobernadores acordaron formar una mesa de trabajo encargada de impulsar un nuevo federalismo y, en particular, elaborar un planteamiento formal al Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito, para revisar los términos y las condiciones de los instrumentos jurídicos de adhesión y coordinación en el marco del Sistema de Coordinación Fiscal, en el entendido de que, conforme a la Constitución de la República, el Pacto Fiscal es un acuerdo de voluntades entre la Federación y las soberanías estatales que debe evolucionar en el tiempo según las circunstancias y desafíos del país, sin perjuicio de convenir cambios estructurales que fortalezcan a las haciendas públicas y mejoren la calidad del gasto público nacional.
En el marco de este planteamiento, los gobernadores ratificaron su ánimo y disposición permanente a dialogar con la Federación para atender los problemas comunes y construir una respuesta de Estado al desafío sanitario, económico, social y de seguridad que enfrenta el país.
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