Cd. De México, 25 de junio 2020.- Este señor tocaba su instrumento cada día para entretener a sus vecinos. Aunque en el cortometraje se cambió la armónica por el violín, sigue transmitiendo el mismo sentimiento.
Si algo positivo nos dejó el coronavirus es que pudimos conocer el lado más amable de las personas, quienes dejaron de lado sus intereses personales y aportaron algo de alegría a su entorno. Pues esta es la historia de un anciano con Alzheimer que vivía en España.
Durante el periodo de cuarentena en ese país, cada tarde el ancianito de nombre Hermann Schereiber tocaba su instrumento. Durante el confinamiento, justo había una hora en la que les aplaudían a los médicos por su labor.
Su cuidadora le hizo pensar que los aplausos eran para él, así que con ilusión comenzó a realizar un concierto cada noche y los vecinos comenzaron a escucharlo.
Esto fue una fuente de inspiración para el estudio de animación 23lunes, así que decidieron contar esta historia a través de un cortometraje. Así todos podrían saber lo importante que se hizo Hermann para sus vecinos y nos permite acercarnos a lo que había en su imaginación.
El corto se estrenó el 16 de junio y a través de dibujos animados muestra como el señor se sentía agradecido al sentir que era escuchado, en su mente era el músico principal y sí lo era para sus vecinos.
Para hacer la historia más fácil de entender para el público infantil, cambiaron la armónica por un violín. Sin embargo, el resto conservó todo, enfocándose en la imaginación de aquel anciano que puede haber olvidado muchas cosas, pero la música la lleva en el alma.
Una oportunidad para saber que a nuestro alrededor hay mucho talento y siempre nos sorprenderá de quien viene. Esta vez fue de un amable anciano que quiso ser aplaudido a cambio de regalar música hermosa a personas en confinamiento por un virus.
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