Cd. De México, 15 de abril 2020.- Durante nuestra infancia y juventud, a menos que exista un problema médico, gozamos de una piel envidiable y sin arrugas, con una epidermis agradable y una capa suave, externa que actúa como una buena barrera contra el agua y el daño ambiental.
Asimismo, el color y el tono de la piel son uniformes e inmaculados.
Sin embargo, el envejecimiento intrínseco es el proceso natural de envejecimiento que tiene lugar a lo largo de los años, independientemente de las influencias externas.
Después de los 20 años, una persona produce aproximadamente 1 por ciento menos de colágeno en la piel cada año. Como resultado, la piel se vuelve más delgada y más frágil con la edad.
También hay una disminución en el funcionamiento de las glándulas sudoríparas y grasas, menor producción de elastina y menos formación de GAG. La formación de arrugas como resultado del envejecimiento intrínseco es inevitable, pero siempre será leve.
Por otra parte, también existe el envejecimiento extrínseco, como resultado del sol y el daño ambiental (fumar y exposición a la contaminación, por ejemplo).
El envejecimiento extrínseco se manifiesta como un engrosamiento de la capa cornificada, cambios precancerosos como lesiones llamadas queratosis actínicas, cáncer de piel (incluido el carcinoma basocelular, carcinoma de células escamosas, melanoma maligno lentigo), formación de pecas y manchas solares, y pérdida exagerada de colágeno, elastina y GAGs.
Estos procesos le dan a la piel la apariencia de aspereza, tono desigual, manchas marrones, piel delgada y arrugas profundas.
¿Cómo puedo cuidar mi piel? La prevención es clave para minimizar las arrugas. Lo más importante es cuidar la piel antes de que todos estos cambios comienzan a tener lugar.
Aquí hay algunos consejos para proteger su piel y minimizar la aparición de arrugas:
Protege tu piel del sol
Usa productos con protector solar incorporado
Hidrátate
No fumar
Dieta saludable
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