Si los gobiernos hubieran destinado sus recursos económicos, para darles
a domicilio un 24 de cheves, la mayoría de los hogares en México, estarían
en casa, y sin pretexto alguno para salir en esta cuarentena. A todos
aquellos que se quejaban de “vivir al día” claro esta, que sus prioridades
diarias, van más allá de tener sustento en sus casas, van sobre todo a la
compra de cerveza, y productos que contengan alcohol, para mitigar la
sed, argumentan la mayoría de los susodichos.
La crisis de la Cerveza, a puesto al país, en una cuarentena de desquicio y
locura, grandes filas se observaron en Reynosa, esperando el camión, que
surte los insumos a las tiendas color verde, donde las largas filas de
personas lucían inquietas, pero eso si, sin que surgiera de los de la fila
ninguna queja de que hacia mucho sol y de porque los tenían esperando
tanto tiempo, hay prioridades decían algunos.
Hasta porras se llevo el camión y chofer de súper, donde algunos hasta se
les rasaron los ojos de lagrimas, al ver que las famosas chelas, llegaban
calientes y todo, pero llegaron, las sonrisas, el ojo lloroso, y el corazón
palpitante de los enfilados, se dejo sentir, hasta de su hondo pecho,
sacaron los vítores y alegrías.
Pero, así como llego se fue, la crisis aún continua, las plantas de
producción de cerveza están paradas, el COVID-19, y la contingencia
sanitaria, así lo marcaron y dieron a la fabricación de cerveza, contenido
de “No Esencial” argumento, que ya hasta un servidor tiene sus dudas.
Al saber que llegaría la cerveza a las tiendas de conveniencia, los
tamaulipecos de Reynosa, Matamoros y otras ciudades se abalanzaron a
hacer largas filas, si lo leyó usted bien, largas filas, seguramente esos
mismos de la fila, son los que se quejan que viven al día, y que se
encolerizan cuando en el IMSS tienen que hacer fila, o para pagar su
recibo de luz o agua, pero por la compra de la cerveza, ahí si ni pio
dijeron.
Fue también triste ver en la tiendas, y lugares autorizados para la venta
de bebidas alcohólicas, gente que en su desesperación por la falta de
cerveza, comprar whisky, vino, mezcal, vodka, brandy, vino tinto, tequila,
ron; todo por subsanar la falta de alcohol en sus venas, que en otro
momento, la cerveza era la indicada, se veía la cara de desesperación y
preocupación al recibir el clásico “no hay cerveza” y su rostro cambiaba a
mil, al grado de llegar a comprar cualquier producto destilado, con tal de
calmar sus ansias de alcohol en sus venas.
La crisis cervecera está poniendo al país de cabeza, a pesar de que el
gobernador de Tamaulipas, no puso en marcha la ley seca, se está
llevando a cabo por la falta de producción de las plantas, que fueron
catalogadas como no esenciales.
Nunca como hoy, en toda la cuarentena, un servidor había visto tanta
gente desesperada, varones, sobre todo, por primera vez, me toco
observar filas, sin que los enfilados, se quejaron del sol y del tiempo, y
sobre todo del precio y de la oferta, ni cuenta se dieron.
Para reflexionar la crisis de la Cheve.
Al tiempo
chanorangel@live.com.mx
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