Reza el refrán popular “Con esos amigos para
que quieres enemigos”, y eso mismo le pasa al
Presidente Andrés Manuel López Obrador con
muchos que se dicen sus amigos y hoy están
como servidores públicos, legisladores y hasta
gobernadores.
Y es que en un afán protagonista o quizá por
algún negocio en mente presentan iniciativas,
toman decisiones o simplemente “·hablan
porque el aire es gratis”, y provocan malestar
en la ciudadanía, en aéreas especificas, y
queriendo halagar a quien los encumbró lo
meten en mas líos.
Eso hizo el gobernador de Puebla Miguel
Barbosa al querer agandallarse las propiedades
de instituciones educativas privadas y cuya
iniciativa le aprobó el Congreso de aquel
estado, y ha tenido que salir al quite como en
otras ocasiones el líder senatorial Ricardo
Monreal para decir que fue una mala
armonización del Congreso de Puebla, porque la
reforma aprobada no refleja el espíritu
legislativo de la Constitución General y de la
Ley Nacional de Educación.
El caso será resuelto por la Suprema Corte de
Justicia de la Nación, pero no había necesidad
de distraer la atención en los momentos de
crisis que enfrenta el país, dejando claro
Monreal que no está de acuerdo en que se
violenten los derechos de las instituciones
privadas con la iniciativa del gobernador
Barbosa, que provocó malestar y señalamientos
en varios sectores de la población.
Otra iniciativa que causó polémica y malestar
fue presentada en San Lázaro por la diputada
Dolores Padierna buscando la desaparición de
44 Fideicomisos entre ellos el FONDEN que
atiende a personas afectadas por desastres
naturales, y ante la presión ciudadana, de
organismos afectados y de los gobernadores
“congelaron” dicha iniciativa que no fue ni
siquiera comentada por el coordinador de la
Cámara de Diputados Mario Delgado hacia el
interior del grupo parlamentario de MORENA, y
así lo dejaron claro los diputados Miguel Ángel
Jáuregui y Lorena Villavicencio.
También la ex dirigente nacional de MORENA
Yeidkol Polevnsky “está en el ojo del huracán”,
porque además de pelear con otros grupos de
su partido y dividirlos, tendrá ahora que aclarar
el posible tráfico de influencias en que
familiares suyos fueron beneficiados con
contratos de compra y mantenimiento de
inmuebles.
La “cacería de ricos” que a través del INEGI
quería Alfonso Ramírez Cuellar con su iniciativa,
corrió la misma suerte gracias a Monreal del
sesto de la basura, y hasta el propio Presidente
tuvo que salir a decir que no simpatizaba con
ella, pero además porque el SAT los tiene bajo
control.
No cabe duda que “dondequiera se cuecen
habas”, y si a los familiares no los escoge uno a
los amigos si, y hay muchos amigos que le
están quedando mal y haciendo quedar mal al
Presidente.
bladijoch@hotmail.com
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