“No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles
porque no nos atrevemos a hacerlas, no es que tengamos poco tiempo, es que
perdemos mucho, las dificultades fortalecen la mente, como el trabajo lo hace
con el cuerpo.” Lucio Anneo Séneca 4 años A de C.
Para Séneca hay seis medios para conseguir llevar una vida virtuosa, contar
con un buen ejemplo formativo, reducir las necesidades del cuerpo, evitar el
ocio, seleccionar las lecturas, contar con buenos amigos y formar el carácter a
través de la disciplina.
¿Porqué hice referencia a este gran filosofo?, porque va en relación a la
formación que recibí allá por el año de 1975 en la famosa casa del Estudiante
Técnico Tamaulipeco CETTAM ubicada en la calle Amatlán 127 de la Colonia
Condesa del antes Distrito Federal.
Corría el año de 1975, recién había egresado del Cecyt 104 de Cd. Victoria, un
grupo de compañeros para ser exactos 3 fuimos a la Escuela de Comercio de
la UANL, para ingresar, pues nuestro bachillerato había sido de técnicos en
Contabilidad, para nuestra desilusión fuimos rechazados por ser de
Tamaulipas, argumentando que en nuestra ciudad había Comercio en la UAT.
Regresamos desilusionados por la injusticia, el maestro Héctor Benavides
Peña, nuestro mentor de cabecera y filántropo, a la sazón promotor de box y
lucha, socio de José Sulaiman Chagnón a la postre presidente del CMB, nos
espetó, sufren porque quieren, váyanse al DF a estudiar economía al IPN, yo
los apoyo y ni tardos ni perezosos emprendimos la aventura.
Convencimos a 5 compañeros, era Agosto de 1975, estuvimos dos semanas
en Hotel comiendo en la calle, recuerdo claramente que se nos acabaron los
recursos y en una reunión desesperada en el castillo de Chapultepec, el
compañero Anselmo Moctezuma nos platicó que él conocía una casa del
Estudiante de Tamaulipas por ahí cerca y junto con un compañero de nombre
Daniel Torres + (el hocicón) se fueron a gestionar nuestra estancia, regresando
a las dos horas con resultados satisfactorios.
Era una casa de tres niveles donde moraban 120 compañeros de todo
Tamaulipas, siendo una persona individualista y reservado, la sentí de pronto
como una cárcel, había gente la mayoría muy ordenada, pero como en todo
existía un grupito de desmadrados que dormían tarde jugando cartas y
bebiendo.
Teníamos sobrepoblación con hacinamiento en los cuartos de hasta 20
compañeros, unos dormíamos en el suelo por lo que en seis meses busqué
trabajo y me salí, sin embargo nunca dejé de visitarles, esta experiencia marcó
mi vida.
Recuerdo que el primer día tuve que levantarme a las 5 am para alcanzar lugar
para bañarme, haciendo una cola de compañeros todos desnudos porque si no
el tiempo no daba, el agua helada porque el boiler era de combustible y no
alcanzaba a calentarse porque la regadera era gigante para 6 personas salía
puro vapor al chocar el agua helada con lo caliente de nuestros cuerpos que
no alcanzaba a distinguirse los compañeros de al lado.
En aquel entonces Luis Echeverría Álvarez era presidente y existía una guerra
abierta contra la inteligencia estudiantil, estaba reciente lo de la masacre del 68
y del jueves de Corpus del 71, la guerrilla rural en Guerrero con Lucio Cabañas
Barrientos y la guerrilla urbana en su apogeo, por lo que ser estudiante era casi
delito.
De pronto un grupo de estudiantes en una reunión general pretendió echarnos
fuera de la casa, aduciendo que había sobrepoblación, su argumento que era
casa del estudiante técnico y nosotros que ya éramos 7 estudiábamos
economía y uno Comercio, por lo que no éramos técnicos, la mayoría
estudiaban ingeniería.
Nos defendimos aduciendo que éramos estudiantes del Politécnico Nacional,
argumentaron que decidiera la asamblea que por cierto estaba con ellos, hasta
que salió un amigo de nombre José Manuel Castillo haciendo una defensa
apasionada, respaldados por Chelino, y dos Vallehermosenses “el paisita”
Javier Dávila y un ex líder de la casa de apellido Ceballos y nos quedamos.
Una anécdota fue un zafarrancho en el cuarto de los de Tula, donde moraban
algunos compañeros roqueros y otros de simpatías con el Che Guevara, en
una convivencia hubo desavenencia con un compañero de valle hermoso de
apellido Dávila apodado el Karma y que atrancan la puerta y adentro se oían
gritos pujidos y crujir de dientes, los de afuera imposibilitados para intervenir,
hasta que se calmaron y salió el Karma todo sangrado gritando “échenme un
Toooro, porque no llené” luego hicieron las paces.
En la casa había orden, el madreador de la casa era un compañero serio y
adusto de apellido Cadena, era de Abasolo, un tipo fuerte de 1.70 mts muy
tolerante pero cuando se enojaba aplacaba a todos y reinaba el silencio, tuvo
sus dificultades con algunos, pero en lo general se hizo respetar y protegió a
los débiles.de una injusticia, era como un padre.
En una ocasión veníamos un grupo de compañeros de jugar futbol, había una
boda cadetes del colegio militar con trajes de gala iban de acompañamiento del
novio y alguien se burla de ellos y los señala, otro dice ignóralos son de la Jais,
por decir de la High Life o alta sociedad y que nos siguen…
Generándose un enfrentamiento, la íbamos perdiendo porque sabían artes
marciales, en eso Javier Dávila el paisita llega tumbando 3 cadetes ipso facto y
corren.(nadie sabía que era experto en defensa personal).
Esta historia continuará…
Discussion about this post